Guillermo Samperio. "Marcos, el enmascarado de estambre. Biografía No-Velada"México: Lectorum, 2011, pp. 76

Resumen

Entre los aspectos biográficos de los primeros años de Rafael Guillén, tal y como era conocido antes de llevar pasamontañas, se aportan detalles del trabajo de sus padres como encargados de un negocio de muebles y de su vida familiar: «lo vemos con su cartuchera rodeándole el pecho; con su radio satelital colgando de un hombro; con pistola, metralleta recortada y toda la cosa y sin embargo, en alguna época lloró por culpa de un luchador de plástico que su hermano le escondió bajo la alfombra». A veces se enfoca la trayectoria de un vehículo, como si se tratara de una road movie, al tiempo que se incluyen sugerencias del tipo de música o de las canciones concretas que podrían sonar en determinadas escenas. No faltan las notas pictóricas, presentes en el simbolismo de los colores que envuelven las atmósferas: el rojo para la indignación que sentían Rafael y Mariana cuando unos policías intentaron quitarles el jornal a unos campesinos indígenas, el negro para representar el dolor por la muerte de una niña en el durísimo pasaje en el que una fiebre se cobra su vida o el verde de la esperanza con que se tiñe el curioso bombín del emisario destinado a contactar con Enrique López.