El sujeto ético en el pensamiento de Emmanuel Mounier

Resumo

Distintos saberes contemporáneos pretenden negar el carácter diferencial del ser humano frente al resto de la realidad. La antropología estructural ha declarado falsas las ciencias humanas; la biología pretende destruir el mito humanista; la disputa mente-cerebro quiere definir la psicología de última hora, la posmodernidad hace del sujeto una hipótesis inútil y engorrosa. Frente a estas negaciones, afirmamos la vigencia del sujeto tal y como es comprendido por el personalismo de e. Mounier: un hombre dramático y completo, en el que se contemple su dimensión interior subjetiva tanto como su necesidad de unas mediaciones objetivas e históricas. La subjetividad esta articulada en Mounier mediante cuatro categorías que ofrecen una doble lectura antropológica y ética: la comunicación, como ser hacia el otro, que rompe con cualquier tentación de solipsismo; la libertad, que se inicia como acto de decisión y culmina en la adhesión a unos valores transcendentes; la corporeidad, como lugar de la afirmación de la existencia y medio afectivo de los valores; finalmente, la acción, que sella la unidad de la persona insertándola en lo real y abriéndola a lo inesperado y gratuito. Estas estructuras o categorías están atravesadas por una tensión continua y fecunda entre la fuerza y la generosidad. Ni el pálido soñador de ideales, ni el héroe crispado sobre si mismo de Nietzsche con capaces de responder al reto de una crisis de civilización.