Estado actual de los modelos de capital intelectual y su impacto en la creación de valor
- OCHOA HERNÁNDEZ, MAGDA LIZET
- María Begoña Prieto Moreno Directora
- Alicia Santidrián Arroyo Codirectora
Universidad de defensa: Universidad de Burgos
Fecha de defensa: 18 de enero de 2010
- Valentín Azofra Palenzuela Presidente/a
- María del Mar Delgado Hurtado Secretaria
- Jorge Tua Pereda Vocal
- Jesús Lizcano Álvarez Vocal
- Vicente Evelio Condor López Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El traspaso de una economía industrial, donde los recursos tangibles fueron dominantes, a una economía del conocimiento, hace del capital intelectual y los recursos intangibles, en general, elementos críticos para la obtención de ventajas competitivas, siendo considerados como los principales creadores de valor económico. Por ello, asistimos al reconocimiento de la capacidad que los Modelos de Capital Intelectual, insertados en el ámbito de los sistemas de información contables internos (SICI), presentan para contribuir de forma expresa a orientar actuaciones que sean congruentes con el objetivo de creación de valor empresarial. El actual y creciente interés por el capital intelectual (CI), la diversidad conceptual existente en la parametrización del mismo, la constatación de su relevancia a la hora de valorar adecuadamente un negocio, así como el incipiente y parcial estado de la investigación empírica en nuestro país, justifican la necesidad de profundizar en estos aspectos. Este estudio busca mostrar evidencia sobre el comportamiento de las empresas en cuanto al grado de implantación, uso y gestión de modelos de CI. Igualmente, pretende relacionar estos aspectos con medidas de creación de valor, a través de las diferentes propuestas de análisis que se llevan a cabo, las cuales a su vez combinan medidas financieras y no financieras. Intenta abarcar el mayor número de factores posible que determinen la buena marcha de una organización. El doble dominio para la observación -encuesta y análisis económico financiero comparativo- entre diferentes grupos de empresas, permite evidenciar la relación con medidas de creación de valor mediante el uso de tests no paramétricos. A tenor de los resultados que se desprenden de la investigación empírica se puede afirmar que la gestión del CI constituye sin lugar a dudas un tema que despierta un elevado interés, aunque la misma no se esté planteando de una forma integral, sino que presta atención a aspectos aislados. En este sentido destacan los recursos asignados al seguimiento de aspectos tales como la formación de trabajadores, la siniestralidad laboral, la calidad del funcionamiento de los procesos actuales o la satisfacción de los clientes. No obstante, el interés inicialmente manifestado por las empresas, en cuanto a declaración de intenciones se refiere, va disminuyendo a medida que éstas son conscientes de la necesidad de dedicar notables esfuerzos a la medición y gestión de su CI. Esto es, de la información analizada se constata la distancia o gap que existe entre las expectativas enunciadas en relación a la gestión del CI y la operatividad real de los esfuerzos realizados en este sentido, lo que se percibe, entre otros, en los aspectos relativos a la generación de nuevas ideas, inversión en tecnologías de la información, inversión en I+D o en seguridad de los trabajadores. Un estudio minucioso de los datos nos ha permitido obtener tres clases de empresas en este estudio, las cuales se han agrupado atendiendo a la denominación que se les ha otorgado por su comportamiento respecto a la implantación, uso y gestión de los modelos de capital intelectual, como: comprometidas, desconfiadas y escépticas. Las empresas escépticas con respecto a la implantación de Modelos de CI son las que muestran mayores niveles en relación con la productividad y al retorno sobre activos, seguidas por las desconfiadas y por último las empresas comprometidas. Parece reiterarse que las empresas más rentables y productivas se permiten un comportamiento escéptico o desconfiado respecto a la implantación de los Modelos de CI, puesto que sus márgenes son amplios y no están inmersas en un ambiente de competencia alto, lo que les permite prescindir de los mismos. Las empresas pertenecientes a sectores competitivos y globales son las que en la actualidad están obteniendo reducidos márgenes, al enfrentarse a una fuerte competencia. La información se convierte así en un instrumento imprescindible para una continua toma de decisiones que garantice la supervivencia de la empresa y permita conocer la posición que ocupa en cada momento. Es precisamente esta necesidad que las empresas experimentan, conocer en tiempo real el funcionamiento y resultados de su gestión, lo que las ha conducido a implantar sistemas de indicadores, estructurados en la forma de modelos de capital intelectual, a través de los cuales puedan controlar y modificar, si procede, la respuesta que adoptan frente a la complejidad en la que desarrollan sus actividades. Este comportamiento reconfirma estudios previos, los cuales vienen a coincidir con el presente trabajo de investigación afirmando que cuanto más complejo es el entorno, y los márgenes estrechos, más debe ajustar la organización su estructura interna y el control de sus procesos para mantenerse o incrementar su eficiencia. Los resultados de esta tesis confirman la idea de que compañías que nutren e incrementan su atención al CI (en cualquiera de sus componentes: capital humano, capital estructural y capital relacional) son más propensas a crear valor agregado; en nuestro caso, medido a través del Crecimiento en el Valor Añadido, Crecimiento en Ventas y el Valor Agregado del Coeficiente Intelectual (VAIC). Vincular la gestión del capital intelectual a la generación de valor, con propuestas como las que se llevan a cabo en este estudio, resulta una aportación fundamental para mejorar la competitividad de nuestro tejido empresarial.