Una escuela para la emancipación

Résumé

Definida esta sociedad como gobermental en sentido foucaultiano y establecido el concepto de "multitudes" este trabajo propone una tipología de "escuela ideal" alejada de cualquier metarrelato que se asocie a un imposible discurso de reivindicación del Programa Ilustrado. En este contexto, la única escuela posible que concebimos desde una visión crítica es una "escuela para la emancipación" que aporte al sujeto las herramientas para el control de las redes sociales, principalmente de comunicación e información, que le constituyen. El trabajo se articula en tres partes. La primera define el marco teórico y el escenario de la investigación, referido tanto al ineludible "modelo no antropológicamente racional" de la educación tras la modernidad, a la propia definición o caracterización de la actividad educativa; y, finalmente, a la reconstrucción del proceso histórico que ha conducido a la estructuración de la escuela española reciente y actual. En el segundo capítulo aplicamos una tecnología derivada de una "teoría de sistemas" liberada de su usual enfoque perverso autorregulado y "finalmente" teleológico. Procedemos a una revisión heurística y crítica de la abundante producción sobre educación y sistemas educativos. A través de una taxonomía de "falsos debates" educativos -en tres niveles -función educativa, microdidáctica, y modelo educativo- establecemos la vaguedad, banalidad y levedad de discursos que no persiguen sino la reproducción, la aculturación o la selección -a través de oportunas estrategias piscopedagógicas de acomodación y derivación-, en el espacio contradictorio e hipócrita o utópico que se critica en el primer capítulo. El tercer capítulo construye la propuesta educativa. En primer lugar se establecen limitaciones al optimismo antropológico, pedagógico o educativo. En segundo lugar, se enuncia y describe el modelo propuesto: la escuela ideal posible es una escuela que instruye. A través de las cuatro fuentes curriculares de la tradición pedagógica española -psico-cognitiva, pedagógica, sociológica, y epistemológica-, se establecen las propuestas y los principios que guían una actividad escolar de emancipación: una escuela que tiene que aceptar las condiciones del sistema, pero que no puede convertirse en "correa de transmisión de sus operaciones"; cuya finalidad no debería ser la formación, lo que conllevaría contribuir en la conformación de los sujetos gobermentalizados acríticos y en perpetua dependencia; cuyo programa educativo no es ni contribuir al desarrollo psico-cognitivo de los alumnos, ni transmitir un determinado modelo de conocimiento del universo; que debe especialmente facilitar las capacidades para que el alumno pueda operar críticamente sobre el flujo de información al que está expuesto; y, finalmente, cuyo éxito consiste en favorecer el desarrollo de un alumno autónomo, libre y responsable. Alejado de cualquier metarrelato, y por tanto de cualquier utopía irrealizable o melancólica, la conclusión del trabajo defiende que favorecer la autonomía y el espíritu crítico de los alumnos es una tarea factible dentro de las limitaciones actuales del sistema. Una escuela para la emancipación que no puede proponerse como sistema educativo y que tendrá que convivir con otros tipos de escuela; pero que sí se reivindica como modelo o como forma de actividad escolar.