El pensamiento político del confucianismo y la construcción del régimen Tianxia-Imperio
- Zhang, Yuchen
- Antonio Rivera García Director/a
- José Luis Villacañas Berlanga Director/a
Universitat de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 25 de d’octubre de 2019
- Consuelo Marco Martínez President/a
- Rodrigo Castro Orellana Secretari/ària
- Antonio De Murcia Conesa Vocal
- Jinjing Xu Vocal
- Yu Zeng Vocal
Tipus: Tesi
Resum
Esta tesis tiene como objetivo remontarse a los orígenes de la ideología filosófica confucianista y el particular régimen político Tianxia-Imperio de China, e investigar el funcionamiento complementario y las continuas luchas entre ambas fuerzas políticas. La tesis se divide claramente en dos partes, la primera se dedica a analizar las fuentes de los conceptos políticos y la configuración del régimen y la ideología políticos en China. Y en la segunda parte se pone de manifiesto la antinomia entre ambas partes citadas. Al igual que las demás civilizaciones antiguas, la legitimidad del poder de la Antigua China también recurrió a la fuerza sobrenatural, concretamente al Cielo Divino, que era considerado durante un largo período como la superioridad de todo el cosmos. Desde esta creencia nació el concepto del espacio secular nombrado Tianxia, como el territorio geográficamente debajo del cielo y cuyo funcionamiento debía ajustarse al modo del Cielo Divino y respetarlo. Este modo estaba definido como un orden "mundial" armónico. Debido a la dificultad en interpretar y mantener el citado orden, del caos político se establecieron numerosas fuentes filosóficas. Por ello, a diferencia de los filósofos contemporáneos, quienes prestaban más atención a la naturaleza y a la metafísica, los primeros pensadores chinos (aproximadamente los que vivieron en torno al siglo VI a.C.) ante todo, se centraban en las cuestiones políticas. Entre todas las teorías políticas, sobresalió primero la doctrina más práctica de la Escuela Legalista, cuyos seguidores no solo sostuvieron establecer el poder político basado en las fuerzas armadas y en la riqueza del reino, sino que también abogaron en favor del soberano hegemónico. De este modo, nació la idea del "imperio" en China como la garantía física del poder político. Sin embargo, como las medidas duras de esta escuela iban contra la voluntad y los valores morales del pueblo, en las prácticas reales fracasaron y fueron sustituidas poco a poco por la doctrina de la Escuela Confucianista, que se consideraba como el partidario firme de las tradiciones para mantener el orden armónico. Después de siglos de desarrollo, dicho orden llegó a ser interpretado de forma más concreta. Con respecto al poder político, se sostenía que el Tianzi, como el hijo del Cielo Divino y el jefe del mundo secular, poseía el privilegio supremo para las condiciones de cumplir sus obligaciones de ejercer su poder conforme con la Gran Virtud del Cielo. Este privilegio no solo se demostraba con la gobernación unitaria del emperador, sino que también se ponía de relieve con el rendimiento de homenaje al Tianzi, realizado por los poderes extranjeros e independientes. De este modo se estableció el llamado Régimen Tianxia-Imperio en China, que duró en este país un total de veinte siglos hasta la caída de la última dinastía.