Comparación de las políticas públicas para el fomento de la lectura en Chile y España. Alcance y resultados de las propuestas del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC) entre los años 2000 y 2012.

Resumen

La motivación personal para el uso de la información contenida en libros ha sido de interés de los Estados desde fines del siglo XX por cuanto tiene efectos culturales, sociales y económicos que van más allá del beneficio de un individuo. Esto ha llevado a las administraciones a aplicar distintos tipos de políticas de fomento del libro y la lectura. Dichas políticas públicas apuntan a aumentar el número de personas que se consideran lectoras, buscan que la industria editorial repunte y se mantenga activa, y entre sus objetivos está que los ciudadanos usen los servicios de las bibliotecas públicas. Nuestra hipótesis es que estos tres elementos, lectura, libro y biblioteca, deben fomentarse de manera simultánea para mejores resultados, de acuerdo a los principios del CERLALC. Para comprobarlo, correlacionamos las políticas de determinadas unidades territoriales y los datos estadísticos del sector. Las unidades escogidas fueron Chile y España, y en forma secundaria, algunas Comunidades Autónomas: Madrid, Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura, durante el periodo 2000-2012. Como variables independientes consideramos la descripción de la institucionalidad orgánica, los instrumentos de planificación y la existencia de instrumentos de análisis, así como la institucionalidad normativa. En este último caso desarrollamos el análisis de contenido cualitativo de una selección de documentos legales vigentes que contienen disposiciones que implican acciones concretas en favor del área que nos interesa. Como parámetro y control se utilizaron las propuestas del CERLALC, con la intención de descubrir si la adopción de dichas guías conduce al desarrollo de políticas públicas efectivas. Las variables dependientes son los datos estadísticos que reflejan el comportamiento de la industria editorial en las unidades estudiadas, y la situación y rendimiento de las bibliotecas públicas. Quedaron fuera de la comparación final los datos sobre comportamiento lector, debido a cuestionamientos sobre su representatividad. Si bien el plazo estudiado no es suficiente para tener certeza de que las variaciones en las estadísticas estén relacionadas con la aplicación de las políticas descritas, hay dos elementos que se suman a nuestra hipótesis y que creemos que pueden mejorar los resultados en el largo plazo: el nivel de participación de la sociedad en el diagnóstico, planteamiento, ejecución y evaluación de las políticas; y la continuidad en el tiempo de dichas políticas. Ambos aspectos podrían ser las caras de una misma moneda, puesto que una política pública debiera sobrevivir a los cambios de gobierno y no depender completamente del Estado. Lo cual solo es posoble en la medida en que se sustente en la participación ciudadana.