Control personal y creencias en el consumo de alcohol en jóvenes universitarios
- CABREJAS MARTÍNEZ, BEATRIZ
- Ginés Llorca Ramón Director
- María Ángeles Díez Sánchez Directora
- María Ángeles Llorca Díez Codirector/a
Universidad de defensa: Universidad de Salamanca
Fecha de defensa: 16 de julio de 2013
- Antonio Pérez Urdániz Presidente
- Gloria Mª Bueno Carrera Secretario/a
- Laura Rodríguez Santos Vocal
- Maria Dolores Carretero Alferez Vocal
- Blanca Victoria Navarro Pacheco Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El alcohol, según la OMS (2005), es la droga más consumida en nuestro entorno sociocultural, de la que más se abusa y la que más problemas sociales y sanitarios causa. Tradicionalmente, el consumo etílico en España y en los países mediterráneos se ha caracterizado por la regularidad de su uso, la vinculación a la dieta y a los acontecimientos sociales. Sin embargo, en los últimos veinte años se ha observado la emergencia de un nuevo patrón de consumo, que se centra principalmente en adolescentes y jóvenes adultos y que se identifica por ser más intenso, por realizarse durante el fin de semana y por su combinación, en ocasiones, con otras sustancias adictivas. Por todo ello, el objetivo general de esta Tesis Doctoral está centrado en Investigar las características del patrón de consumo etílico en jóvenes universitarios y la posible influencia en el mismo de variables cómo las expectativas personales y las creencias sobre la sustancia. Para ello se realizó un estudio transversal, cuya muestra fue recogida mediante un muestreo intencionado por conglomerados, quedando formada por un total de 849 sujetos, de los cuales, el 33% eran varones y el 67% restante, mujeres, con una media de edad de 20,58 años con una desviación típica de 2,06. Los resultados encontrados destacaron que el perfil del estudiante universitario de Salamanca encuestado y consumidor de alcohol es varón, que se inicia en el consumo aproximadamente a los 14 años y que con 16 años tiene su primera intoxicación etílica. En la actualidad se embriaga una vez al mes en compañía de sus amigos, bebe principalmente combinados, y no mezcla con otras drogas, y todo ello bajo un gran desconocimiento por parte de sus padres. A nivel personal destaca por presentar un alto nivel de autoeficacia, es decir, que aquel estudiante que se sienten más capaz y con mayor convicción para poder mantener con éxito un control en el consumo de alcohol, también mantiene en la actualidad un uso menor y menos problemático de esta sustancia. Además, se observa un claro soporte a favor del papel que tienen las creencias sobre el consumo etílico, por tanto, aquellos estudiantes que mantienen mayores expectativas de que el alcohol favorecerá la interacción interpersonal, su desinhibición social, la expresividad verbal, la sexualidad, la agresividad y los sentimientos de poder, y que reducirá su tensión psicológica y física, evidencian mayores ingestas etílicas y éstas son más problemáticas.