Efectividad de una estrategia de promoción del cribado universal de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana
- Martín Gómez, Cristina
- Ángel Chocarro Director/a
- Miguel Cordero Sánchez Director
Universidad de defensa: Universidad de Salamanca
Fecha de defensa: 11 de diciembre de 2015
- Luis Inglada Galiana Presidente/a
- Carlos Ochoa Sangrador Secretario/a
- Anunciación González López Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La infección por el VIH constituye, desde su inicio, una epidemia grave. En el momento actual se dispone de tratamientos eficaces capaces de luchar contra la misma, pero quizá el problema más grave en nuestros tiempos lo constituye el diagnóstico tardío, ya que un porcentaje importante de los pacientes en el momento del diagnóstico presentan cifras de linfocitos CD4+ menores de 350 cels/¿l y/o presencia de un evento definitorio de SIDA. Para luchar contra ello se han elaborado distintas propuestas, la primera de las cuales se desarrolló en 2006 por los CDC. A partir de ellas las recomendaciones han ido cambiando a lo largo de los años y por distintos organismos. La OMS y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades identificaron enfermedades indicadoras de VIH. En el 2014 las autoridades sanitarias españolas publicaron la guía de recomendaciones de diagnóstico precoz para la infección por el VIH, intentando aunar los criterios de los CDC y los de los organismos europeos. Disminuir el diagnóstico tardío es uno de los principales retos de la respuesta a la epidemia por la infección por el VIH. Preocupados por la situación actual en cuanto al retraso del diagnóstico de la infección se realizó un trabajo consistente en estudiar la efectividad de una promoción del cribado universal de la infección por el VIH. En él, y tras un seminario de formación sobre la importancia del diagnóstico tardío y del cribado de la población, estudiamos las características de los pacientes, la aceptación de los profesionales sanitarios de Atención Primaria y de los pacientes, y comparamos sus características con la población general y con la población de nuevos diagnósticos y de varones de nuevos diagnósticos. Las conclusiones de nuestro estudio fueron, entre otras, que el cribado es bien aceptado por los profesionales sanitarios y por los pacientes. El cribado es mejor aceptado por los pacientes con mayor riesgo o indicación más clara. Nuestra población cribada difiere notablemente de aquella en la que se diagnostican las nuevas infecciones por el VIH, donde predominan pacientes varones menores de 45 años, por lo que se pueden sugerir nuevas estrategias dirigidas a los segmentos con mayor prevalencia de nuevas infecciones, además de continuar con programas de formación sobre los profesionales para potenciar el diagnóstico precoz.