La escuela de salamanca y el nacionalismo mexicano

  1. García Espinosa , Rogelio
Dirigida por:
  1. Fernando Hermida de Blas Director/a
  2. Aureliano Ortega Esquivel Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid

Fecha de defensa: 27 de junio de 2014

Tribunal:
  1. Pedro Ribas Ribas Presidente/a
  2. Gemma Gordo Piñar Secretario/a
  3. Roberto Albares Albares Vocal
  4. María Martín Gómez Vocal
  5. Francisco Castilla Urbano Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Resumen de Tesis Doctoral Rogelio García Espinosa ¿La Escuela de Salamanca y el Nacionalismo Mexicano¿ Directores: Dr. Fernando Hermida de Blas. Universidad Autónoma de Madrid, España. Dr. Aureliano Ortega Esquivel. Universidad de Guanajuato, México. México es una nación multiétnica y pluricultural, con un extenso y bondadoso territorio, que le ha permitido construir históricamente una gran cantidad y variedad de manifestaciones regionales; es precisamente esa multicolorida riqueza, la que la ha proporcionado también muchos de los rasgos distintivos y de identidad que hasta la actualidad mantiene. Es bastante conocido que los pueblos del México prehispánico, tenían una cosmovisión y una forma de entender el mundo y la naturaleza completamente diferente a la de los conquistadores españoles, la religión, los sistemas calendáricos, las festividades, la comida, la educación, la organización social y vida cotidiana eran totalmente diferentes a la de los europeos, por lo que toda esta forma de desarrollo, no nada más se ve sensiblemente alterada, sino que se rompe y violentamente se destruye con la llegada de los españoles. Puede resultar evidente entonces que dentro del grupo español, se presentan cuando menos dos claras y muy diferentes formas de pensamiento, por un lado están las inquietudes del grupo militar, conquistador y que a toda costa ambicionaba el poder político y económico, que denigra y humilla al indígena y que con las argumentaciones de incapacidad racional, trata de arrebatarle sus posesiones. Y por otro lado el grupo humanista, que fundamentando sus posiciones principalmente en los planteamientos de Santo Tomás, argumentaba que los indígenas eran seres cabal y plenamente racionales, con una muy particular forma de organización política, económica y social, que les había permitido generar una gran cantidad de bienes muebles e inmuebles, y con una gran cantidad también de lenguas, costumbres y tradiciones, todo esto, testimonio comprensible de la racionalidad del indígena y por supuesto, de la legitimidad de sus posesiones y de sus productos culturales. En el desarrollo del trabajo señalo con claridad, que los indígenas mesoamericanos eran, como ya se mencionó, seres totalmente racionales y que fue precisamente esa forma de articular la relación natura-cultura, lo que les permitió generar una producción cultural, difícilmente comparada con cualquiera de los grupos naturales que habitaban el Continente Americano, producción que gracias a la participación de personalidades como Francisco de Vitoria, Domingo de Soto, Juan de Zumárraga, Toribio de Benavente, Vasco de Quiroga, Bartolomé de las Casas y Alonso de la Veracruz, sólo por mencionar algunos, poco a poco va a ser reconocida, valorada y conservada como tal. De la misma manera menciono y demuestro, que el pensamiento escolástico español, emanado de la Escuela de Salamanca, sienta las bases para la construcción del Nacionalismo en México. Por lo anterior, y con la intención de destacar la influencia de la Escuela de Salamanca en la construcción del Patrimonio Cultural y del Nacionalismo Mexicano, el periodo cronológico que principalmente analizo, se ubica en este primer momento del siglo XVI, que es el mismo tiempo de la imposición ideológica, del inicio del mestizaje y la colonización novohispana. Como propuesta teórica y metodológica, centré la atención en cuatro de los más brillantes humanistas y pensadores españoles, todos ellos, pilares indiscutibles de la Escolástica y de la Escuela de Salamanca, que con su pensamiento e innovadoras propuestas, poco a poco van generando una nueva forma de entender e identificar a la España en construcción que los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, habían imaginado. Me refiero a Francisco de Vitoria y Domingo de Soto por la parte peninsular, y a Bartolomé de las Casas y Alonso de la Veracruz, por la Nueva España. Los cuatro son, sin lugar a dudas, de lo más brillante del pensamiento español del siglo XVI y los impulsores del humanismo salmantino en el Nuevo Mundo. Cada cual desde su trinchera, defienden con energía que los indígenas son seres totalmente racionales, se enfrentan a la voluntad de la corte, de la realeza y se enfrentan también al papado, quien sin argumentos jurídicos, legítimos y válidos, trata de otorgarles poderes y potestades terrenales a los Reyes Católicos. El trabajo está estructurado en seis capítulos, a partir de los cuales, podemos transitar desde: El México Prehispánico, (capitulo 1); La España Medieval y la Escolástica, (capitulo 2); La Universidad de Salamanca y la Monarquía Española, (capítulo 3); y El Pensamiento Humanista Salmantino en la Nueva España, (capitulo 4); hasta la definición y construcción de: El Patrimonio en México, (capitulo 5); y El Nacionalismo Mexicano, (capitulo 6). En todos ellos, he utilizado un lenguaje sencillo, (que no simple), y algunas imágenes que indudablemente, pueden con mayor facilidad ilustrar la intención principal del documento. A partir de la alianza matrimonial de Fernando e Isabel, con la unificación de los reinos y con el encuentro, que no descubrimiento de América, comienza un nuevo amanecer en el panorama histórico-filosófico mundial, y un nuevo despertar en los terrenos del pensamiento. El encuentro entre los dos mundos, el Viejo y el Nuevo, sin lugar a dudas ha sido, uno de los más importantes acontecimientos en la historia de la humanidad. Por fin el mundo, sus océanos, sus continentes y sus componentes, naturales y culturales, serán conocidos, estudiados y aprovechados por unos, y torpemente explotados por otros. Los españoles entonces por la fuerza, trataron de borrar del imaginario colectivo de la América Media, los más de tres mil quinientos años de pensamiento, de costumbres, de tradiciones y trataron también, de enfrentar a los naturales de éste territorio, ahora novohispano, con su muy particular cosmovisión en donde históricamente se habían desarrollado. Todo eso sucedía en el Nuevo Mundo durante los siglos XV y XVI y al mismo tiempo, entre otras cosas, se desarrollaba y fortalecía en Europa el fenómeno de la escolástica, disciplina en la cual, principalmente destacan las universidades españolas de Alcalá y por supuesto, La Real y Pontificia Universidad de Salamanca. Con relación al espíritu nacionalista que en México impera en la actualidad, termino el trabajo haciendo una pequeña pero serena y rigurosa reflexión, en cuanto a la situación que el nacionalismo guarda en el México Contemporáneo y que desde mi punto de vista, no es más que el desconocimiento por parte del Estado de ese espíritu patriótico-nacionalista, y el fortalecimiento de ese amorfo pero corrupto sistema político-partidista, que desde la primera mitad del siglo XX se ha venido conformando. Seguro estoy que si los maestros: Francisco de Vitoria, Domingo de Soto, Bartolomé de las Casas y Alonso de la Veracruz vivieran, mucho trabajo tendrían que desarrollar; las cuestiones del derecho internacional y de gentes, de la racionalidad de los grupos étnicos y desposeídos, del derecho a la educación, al trabajo, a la salud, a la seguridad y a la convivencia nacional; problemas que como ya lo mencioné en el siglo XVI se presentaban, de diferente manera y en mayor o menor medida siguen vigentes en el México actual, por lo que, con sus lúcidas aportaciones y particular forma de pensamiento, los maestros salmantinos a diferencia de la partidocracia mexicana, en mucho contribuirían para clarificar los problemas y para reactivar el espíritu nacionalista que en aras de la globalización y el progreso, muy imperceptible está. La bibliografía que para el desarrollo del trabajo maneje, está conformada por 179 textos que corresponden a 121 autores; para concluir mi trabajo anexo también, un índice de 66 imágenes que corresponden a las vistas que utilicé para ilustrar mejor el trabajo.