La importancia del lenguaje en el entorno biosanitario
- Gutiérrez Rodilla, Bertha M.
- Navarro, Fernando A.
Editorial: Fundación Dr. Antonio Esteve
ISBN: 978-84-942571-5-5
Año de publicación: 2014
Tipo: Libro
Resumen
El papel del lenguaje en las ciencias de la salud es clave en el día a día del profesional sanitario y merece mucho más protagonismo del que habitualmente recibe. Por eso, 14 expertos abordan en una nueva monografía de la Fundación Dr. Antonio Esteve los diferentes ámbitos de la salud en los que el lenguaje juega una función determinante. La comunicación entre colegas investigadores, la consulta con los pacientes, las aulas y la divulgación científica. Son las diferentes etapas en la carrera de un profesional biosanitario que se analizan desde el punto de vista lingüístico en el libro La importancia del lenguaje en el entorno biosanitario, coordinado por el prestigioso traductor médico Fernando A. Navarro, autor del Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico, y por la profesora de lenguaje médico de la Universidad de Salamanca Bertha M. Gutiérrez Rodilla. Abre el apartado sobre el lenguaje en el ámbito asistencial el pediatra José Ignacio de Arana, que pide a sus colegas de profesión una mayor claridad y exactitud en el uso de la palabra con sus pacientes, sobre todo en el pronóstico. “Nuestro lenguaje debe descender desde el olimpo de la ciencia a la lengua coloquial”, reclama. Por su parte, Bárbara Navaza, de la International Medical Interpreters Association, ilustra sobre dos disciplinas, la interpretación sanitaria y la mediación cultural, que son de vital importancia para garantizar la comunicación médico-paciente en un país con más de seis millones de extranjeros empadronados. Abordando el lenguaje en el ámbito de la investigación, Juan Aréchaga, catedrático de biología celular de la Universidad del País Vasco, defiende que el castellano sólo logrará convertirse en idioma internacional de la ciencia si lo hace desde revistas de alcance global. Jesús Porta Etessam, director del área de cultura de la Sociedad Española de Neurología, recomienda a las revistas en español que utilicen todos los recursos y la tecnología para promocionar a sus autores. El lenguaje en la docencia, tercer bloque del libro, lo examinan Josep-Eladi Baños y Elena Guardiola, ambos del departamento de ciencias experimentales y de la salud de la Universitat Pompeu Fabra. “Hablar y escribir correctamente no debería constituir un objetivo secundario de los profesores universitarios”, concluyen. Otras dos expertas en el manejo del lenguaje médico en las aulas, Bertha Gutiérrez (Universidad de Salamanca) y Carmen Quijada (Casa de las Lenguas de la Universidad de Oviedo), han luchado por diseñar dos competencias terminológicas que deberían asumir los alumnos al terminar la carrera y por una futura asignatura sobre lenguaje biosanitario. El último bloque se centra en los medios de comunicación. El periodista Gonzalo Casino propone para frenar el declive de la información científica una mayor especialización de los profesionales y la elaboración de un libro de estilo del periodismo médico con un glosario de los términos más problemáticos. Javier González de Dios, responsable del blog Pediatría basada en pruebas, advierte a los científicos que no les queda otro remedio que unirse a las tecnologías de la información y la comunicación, siempre que lo hagan con el mismo lenguaje preciso que utilizarían por otros medios.