Relación entre variables de naturaleza cognitivaatención sostenida, focalización de la atención e inteligencia lógica

Resumen

La inteligencia y la atención son dos variables de naturaleza cognitiva, resultando especialmente relevante el estudio de su relación, dado que, son variables sin cuyo concurso no podríamos aprender. Para su estudio consideramos el componente inteligencia lógica, a partir de la propuesta conceptual de R. Sternberg en su modelo triárquico de la inteligencia, y dos componentes atencionales del modelo conceptual de A. Mirsky, la atención sostenida y la focalización de la atención. Una muestra de 289 escolares escolarizados en los niveles 2º, 4º y 6º de Educación Primaria y 1º de Educación Secundaria en un centro educativo del País Vasco, evaluados con las Escalas Magallanes de Razonamiento (EMR) y las Escalas Magallanes de Atención Visual (EMAV), permitieron la obtención de los datos. Los análisis de correlación revelaron la independencia entre las variables inteligencia lógica y cada uno de los componentes atencionales, atención sostenida y focalización de la atención. De esta manera pudimos comprobar que, ante la propuesta de instrumentos de evaluación con los fundamentos conceptuales referidos, que tratan de evitar cualquier tipo de sesgo u elemento mediador, como pudieran ser aprendizajes, sesgos culturales, otros elementos perceptivos o la puesta en práctica de otras habilidades, se confirmó la no existencia de relación significativa entre la inteligencia lógica con los componentes atencionales de atención sostenida y focalización de la atención. Estas conclusiones pudieran estar limitadas por la dificultad para comparar este estudio con otros estudios con equivalencia en la propuesta conceptual a la hora de definir de las variables, por los instrumentos de evaluación empleados, por la ausencia de variables concomitantes, por el tamaño y distribución de la muestra o por el formato de la evaluación. El análisis de las limitaciones nos permitió establecer futuras líneas de investigación ampliando el rango de edad y la representatividad de la población, replicando este estudio con evaluaciones en formato individual, evaluando variables concomitantes a fin de poder asegurar la comprensión de la demanda y adaptar la metodología de la evaluación a las características del escolar evaluado, reduciendo los sesgos en las respuestas y aumentando la validez y fiabilidad de los resultados o proponiendo diferentes instrumentos de evaluación con el mismo fundamento conceptual y que evalúen las mismas variables que permitan cotejar los resultados a partir de una diferente tipología de tareas propuesta en la evaluación de las variables. Esta situación reflejó la necesidad de clarificar la relación entre estos dos constructos, con el fin de mejorar la evaluación de factores intervinientes en el desarrollo de niños y adolescentes; de especial relevancia en el caso de niños con dificultades de aprendizaje.