Bases para la elaboración de bancos de germoplasma de pecesaplicación a la trucha leonesa

  1. Martínez Páramo, Sonia
Dirigida per:
  1. María Paz Herráez Ortega Directora

Universitat de defensa: Universidad de León

Fecha de defensa: 05 de de desembre de 2008

Tribunal:
  1. Luis Anel Rodríguez President
  2. Vanesa Robles Rodríguez Secretària
  3. Elsa Cabrita Vocal
  4. Olvido Chereguini Fernández-Maquieira Vocal
  5. José Benito Peleteiro Alonso Vocal

Tipus: Tesi

Resum

Durante las últimas décadas, las consecuencias de las catástrofes naturales unidas a los efectos negativos de la actividad humana se han visto reflejadas en el deterioro de los hábitats naturales así como en la reducción de la variabilidad de las especies que habitan en ellos. Los cursos fluviales son uno de los hábitats más susceptibles, debido principalmente a que desde los comienzos de la civilización, los ríos han sido el foco de asentamiento de las poblaciones humanas. En la provincia de León, la degradación del medio fluvial, la pesca exhaustiva y los brotes epidémicos han diezmado algunas poblaciones de peces, siendo la especie más emblemática y más amenazada la trucha común (Salmo trutta L.). Por ello, se han desarrollado durante años programas de cría en cautividad y repoblación, que han permitido contrarrestar en gran medida estos efectos. Sin embargo, la cría intensiva de trucha común presenta más dificultades que el cultivo de otras especies, debido en parte a que es muy susceptible de padecer enfermedades. La creación de stocks híbridos a partir de machos autóctonos y hembras de procedencia centroeuropea mejoró la productividad en cautividad. Sin embargo, este tipo de cruzamientos provoca introgresión génica de las poblaciones foráneas en el genoma de las poblaciones nativas, provocando la desaparición de caracteres seleccionados, favorables en un determinado hábitat y reduciendo la variabilidad génica de las poblaciones salvajes. La repoblación con stocks obtenidos a partir de las poblaciones nativas, requeriría crear un stock para cada población genéticamente diferenciada, lo que conlleva un gran coste y un riesgo de deriva génica a lo largo de las generaciones