Nobleza, Iglesia y poder en Borobia durante la edad media y contemporánea.

  1. Jiménez Carrera, Alberto
Dirigida por:
  1. Carmelo Romero Salvador Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Zaragoza

Fecha de defensa: 10 de febrero de 2016

Tribunal:
  1. Alberto Sabio Alcutén Presidente/a
  2. Margarita Caballero Domínguez Secretaria
  3. Pedro Carasa Soto Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 402029 DIALNET

Resumen

El presente trabajo aborda las relaciones de poder entre la nobleza, la Iglesia, la burguesía, y el campesinado en la sociedad rural durante el periodo comprendido entre los siglos XV y XX, y los conflictos asociados a ellas. Sus objetivos han sido, por una parte, contribuir a paliar la escasez de estudios sobre el ámbito local, llenando el vacío que los historiadores han dejado sobre la frontera oriental de Castilla, conocida por los antiguos como “La Raya”. Por otra, aportar nuevos datos y argumentos para la comprensión de la sociedad rural, y poder valorar así, con una nueva perspectiva, sus cambios y permanencias a lo largo de la historia. Nos centramos para ello en el estudio de una pequeña villa del interior llamada Borobia, situada junto al Moncayo, en la frontera entre los históricos reinos de Castilla y Aragón, donde descubrimos un conflicto social olvidado de larga duración, cuyo origen se halla en la Edad Media y concretamente a finales del siglo XV, y su final, a nivel documental en 1888, aunque contamos con noticias de su prolongación durante la primera mitad del siglo XX. De hecho, el objeto principal de este trabajo es intentar comprender, cómo y de qué manera, como si fuese golpeado por un martillo, un conflicto medieval es arrojado a la contemporaneidad, con todo lo que ello implica. La causa original de tal conflicto fueron los abusos que el señor de Borobia, Carlos de Luna y Arellano, Mariscal de Castilla, infligía a los vecinos de la villa, y en especial, la apropiación por este de la dehesa de Tablado hasta entonces de uso comunal, apropiación que tuvo lugar en fecha desconocida (no se ha conservado la documentación correspondiente) entre finales del siglo XV y principios del XVI. Tales abusos quedaron grabados en la memoria colectiva y marcaron la evolución económica, social e ideológica de la población, dando lugar a un movimiento antiseñorial que se manifestó ya con fuerza a mitad del siglo XVII, y a una lucha intermitente, pero continuada de generación en generación, de los vecinos contra los intereses del mariscal en la villa. Esta lucha estallará de forma revolucionaria durante la llamada Guerra de la Independencia: en 1811 los vecinos ocupan y se reparten las tierras del mariscal (por ello más adelante serán acusados de comunistas); y sobrevivirá durante el liberalismo, aprovechando cada alteración política, e incluso cuando la Dehesa de Tablado cambie de propietarios en 1860 y se haga cargo de ella la familia Sigler, momento en el que la batalla se agudizará, para finalizar en un pleito que durará ocho años, y que concluirá en 1888 con la derrota borobiana. La finca será adquirida finalmente por los vecinos durante la Segunda República, aunque el descontento por el resultado de la compra dará lugar a un conato de resurrección del conflicto nada más acabar la Guerra Civil, y se extinguirá finalmente durante la dictadura. Se trata, pues, de uno de los conflictos sociales más largos en el tiempo de los que tenemos noticia, ya que se extiende a lo largo de más de 400 años y atraviesa tres edades históricas: surge a finales de la Edad Media, se desarrolla durante la Edad Moderna, y estalla y se resuelve durante la Edad Contemporánea, con el atractivo añadido de que en el camino traspasó la barrera entre el Antiguo Régimen y el Liberalismo. De la misma manera que resulta atractivo comprobar la evolución de las reivindicaciones borobianas y del movimiento antiseñorial surgido durante la Edad Moderna, que apoyó la causa liberal a principios del siglo XIX, y se transformó en movimiento claramente antiliberal en la segunda mitad de aquel siglo. En consecuencia, el conflicto social borobiano será el eje articulador de la presente tesis, y el tema que impone el espacio temporal del propio trabajo, quedando conformado este como un estudio de larga duración sobre un micromundo de la España interior: Borobia. Esta incursión en la historia local a través de la larga duración nos permitirá acercarnos, por un lado, al conocimiento de las estructuras de la iglesia local de Borobia y, por otro, a la nobleza como estamento privilegiado, gestor del poder jurídico y propietario de la mayor parte de la riqueza material, y junto a ésta también a la burguesía, clase social que se erige en su sucesora. Los vecinos – los campesinos –, por su parte, serán objeto también de un estudio detenido, especialmente a partir del siglo XVIII, ya que la documentación nos lo permite. Es, por tanto, una aproximación al poder espiritual y material, y su evolución a lo largo de cuatro siglos incluyendo el periodo fundamental del paso del Antiguo Régimen al liberalismo. En consonancia con todo ello, la tesis se articula en ocho capítulos y un epílogo que siguen un orden cronológico. El primero de estos capítulos tiene carácter introductorio, pero nos pone en antecedentes sobre la historia y peculiaridades de esta villa fronteriza y su forma de gobierno, así como sobre los fallidos intentos de señorialización precedentes. El segundo capítulo trata sobre la fundación del señorío y el comienzo del conflicto antiseñorial (siglos XV y XVI); el tercero y el cuarto sobre la pervivencia de éste en los siglos XVII y XVIII respectivamente; y los cuatro restantes se dedican al siglo XIX, donde las protestas vecinales y los procesos judiciales se multiplicaron. Finaliza con un epílogo donde se da cuenta de los conatos de resurrección del conflicto durante la Segunda República y después de la Guerra Civil, y de la compra por parte de los vecinos de la Dehesa de Tablado. Como resultado de este trabajo comprenderemos las causas, desarrollo y consecuencias del conflicto social borobiano, como condicionante histórico que determinó la evolución y desarrollo de Borobia y de sus vecinos, tanto en el aspecto económico y social como en la evolución de la mentalidad y de las ideas. Comprobaremos cómo siendo la ganadería la principal fuente de riqueza de los vecinos de Borobia, la usurpación del mayor espacio comunal de uso ganadero de su término – la dehesa de Tablado – por los mariscales de Castilla entre finales del siglo XV y principios del XVI derivó en un conflicto multisecular, animado por la oligarquía ganadera de la población, (a quien más interesaban los pastos de la dehesa), pero apoyado por todo el pueblo. Y también cómo la emigración de estos a América en la segunda mitad del siglo XVI sirvió de acicate para la sublevación de sus vasallos, y para conformación de un movimiento vecinal antiseñorial que pervivió en el tiempo, y que encontró en el Concejo una forma de defensa frente a los intereses del señor. Y ello, a su vez fue posible gracias a la autonomía jurídica (privilegio foral) que el Concejo había heredado de la época medieval plasmada en sus Usos y Costumbres, según los cuales, el señor no tenía capacidad de intervención en la elección de oficiales del concejo de la villa, sino para confirmar los propuestos por los oficiales salientes. Por esa razón el mariscal atacó directamente al concejo a lo largo del siglo XVII e intentó imponer sus propios oficiales, por lo menos en dos momentos (1612 y 1652-1656). De forma inversa, la lucha de los vecinos durante este siglo tuvo como objetivo conservar la autonomía del Concejo respecto al señor, que vio reconocida por los tribunales, y ello garantizó la perpetuación de las élites locales que orientaban el movimiento antiseñorial a través del nombramiento de oficiales. El partido antiseñorial consiguió neutralizar los intentos del Mariscal por hacerse con el gobierno de la villa, y aseguró su propio espacio de poder autónomo, lo que le permitirá plantear nuevas batallas en el futuro. A la emigración de los señores en el siglo XVI se sumará la de sus gobernadores y administradores en el siglo XVIII, por lo que a partir de entonces los vecinos se harán con el control total de la villa y empezarán a pleitear abiertamente con el mariscal para recuperar los bienes del señorío, y sobre todo, la dehesa de Tablado, poniendo en cuestión también el resto de los derechos señoriales. Como resultado de esta batalla los tribunales ordenan la devolución a la Hacienda Real de las Tercias, Alcabalas y Florines percibidos por el Mariscal en Ciria y Borobia. Paralelamente, y de forma notoria durante la segunda mitad del siglo, se observa un profundo cambio la mentalidad en la sociedad borobiana. La decadencia económica de la Iglesia local repercute negativamente en la presencia de la Iglesia en la sociedad, pues apenas puede mantener a un par de curas, por lo que el culto se resiente, y resulta insuficiente para atender a una población de más de ochocientas almas, tal y como señalan las propias visitas pastorales de los visitadores de la diócesis. El resultado de todo ello es un constatable proceso de secularización, tras el que emerge el dominio de la razón y de las ideas ilustradas. Ahora bien, el conflicto se irá transformando, de forma lógica, a medida que transcurre el tiempo; y dicha transformación guarda relación directa con los cambios que se suceden en la cúspide del poder. La legislación emitida por los diferentes gobiernos de la Monarquía o de la República en determinados momentos de la historia, será fundamental para reavivar el conflicto. Como lo serán las diferentes revoluciones o acontecimientos políticos que se sucedan, en los que los vecinos de Borobia tendrán siempre fija la vista lo que, por cierto, implica un conocimiento importante del devenir político por parte de estos. Pues, tal y como la representación del propietario Sigler dirá acertadamente en el pleito de 1880-1888, los borobianos siempre aprovecharon las “escisiones políticas” para sus fines. Y lo cierto es que la relación entre las vicisitudes del poder político real o estatal, y los diferentes estallidos del conflicto resulta evidente. Sin ir más lejos, la relación entre las disposiciones de la Corona para la enajenación de baldíos en 1740, y el intento del Concejo de Borobia de convertir aquellos bienes en baldíos; entre el vacío de poder dejado por la ocupación francesa, y la ocupación masiva de las tierras del Mariscal en 1811; entre la sublevación de Riego en 1820, y la negación del Ayuntamiento y Justicias de la villa a reconocer al tribunal real, y con ello evitar el reconocimiento de la posesión del mariscal de Castilla sobre sus bienes; entre la ley de abolición de los señoríos de 26 de agosto de 1837, y la denuncia de mostrencos en 1839; entre la revolución democrática de 1868 y la ocupación de la dehesa de Tablado en 1869; en fin, la relación entre la ley de Reforma Agraria de la Segunda República, y la reactivación desde el Ayuntamiento de Borobia del asunto de la dehesa de Tablado… No puede entenderse, pues, este conflicto social sin tener en cuenta estas relaciones, y a éste, como consecuencia de la intervención del poder de la Corona o del Estado. Dado que el conflicto se judicializa desde su origen, la legislación de cada momento, y la interpretación de ella hecha por los jueces, será la que determinará su evolución. De hecho, el conflicto borobiano dio lugar a un gran número de procesos judiciales que, rescatados de diferentes archivos estatales, son la materia prima básica de este estudio. A ellos se añade la documentación del archivo parroquial de Borobia, del Catastro del Marqués de Ensenada, y multitud de pleitos menores que acompañan a los grandes procesos. E igualmente documentos del Archivo General de la Nación de México y obras bibliográficas antiguas como Batallas y Quincuágenas, de Gonzalo Fernández de Oviedo. Por último se recogen también testimonios orales para la parte relativa al siglo XX, y el apoyo de una extensa bibliografía, cuya recopilación y consulta ha sido, en parte posible, gracias a Internet.