Ecología ligada al fuegoresiliencia en rebollares y brezales
- Tárrega García-Mares, R. 1
- Calvo Galván, L. 1
- Marcos Porras, E. 1
- Valbuena Relea, L. 1
- De Luis Calabuig, E. 1
- 1 Área de Ecología, Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales (Universidad de León)
- Ezquerra Boticario, Francisco Javier (coord.)
- Rey van den Bercken, Enrique (coord.)
Editorial: Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León
ISBN: 978-84-694-3543-4
Año de publicación: 2011
Páginas: 47-63
Congreso: Seminario sobre la evolución del paisaje vegetal y el uso del fuego en la Cordillera Cantábrica (1. 2007. León)
Tipo: Aportación congreso
Resumen
El fuego es un factor ambiental que ha modelado el paisaje de la cordillera Cantabrica, recorriendo de forma frecuente los ecosistemas que en ella se asientan. Entre ellos se encuentran los rebollares de Quercus pyrenaica, que históricamente han sufrido una im portante pérdida de madurez, en parte debida a los incendios. Otros ecosistemas que ocupan amplias extensiones son los brezales, que en muchos casos representan etapas secundarias tras abandono de pastos o cultivos y persisten principalmente debido a la repe lición de incendios, que frenan el avance sucesional hacia etapas forestales. La vegetación presente en el momento actual en ambos tipos de ecosistemas se caracteriza por una gran tolerancia al fuego, ya que las especies menos resistentes han sido desplazadas por aquellas capaces de sobrevivir o regenerarse rápidamente tras esta perturbación. En este contexto, en el presente trabajo se pretende realizar una revisión de los principales procesos y mecanlsmos de recuperación post-fuego de los rebollares y brezales situados en la cordillera Cantábrica. La diversidad florística del sotobosque de Quercus pyrenaica o de los brezales aumenta en los primeros años tras el fuego, debido principalmente a los efectos favorecedores del mismo en la germinación y rebrote de las especies herbáceas y a la menor competencia con las especies arbustivas. El rebrote es frecuente en herbáceas que presentan bulbos, rizomas o tallos subterráneos capaces de sobrevivir debido a la mala difusión del color en el suelo, como muchas gramínea, liliáceas, etc. En el curso del tiempo, estas especies tienden a disminuir, al recuperarse las leñosas propias de la comunidad. En estos ecosistemas, las especies leñosas se recuperan de forma mayoritaria por rebrote vegetativo a partir de órganos subterráneos que sobreviven al fuego. Este tipo de recuperación aparece tanto en especies arbóreas, como Quercus pyrenaica, como en especies arbustivas, como Erica australis, Chamaespartium tridentatum, Cytisus scoparius y Genista florida, entre otras. La supervivencia de raíces y órganos subterráneos es, además, de capital importancia en la sujeción del suelo, minimizando las pérdidas por erosión. Aunque el rebrote vegetativo es el mecanismo predominante en la recuperación después del fuego, existen muchas especies cuyas semillas resultan estimuladas por el calor, que favorece su germinación. Entre las especies germinadoras cabe destacar Halimium umbellatum, Halimium alyssoides y Calima vulgaris, frecuentes en estos ecosistemas. En general, en todos los lugares estudiados se observa que después de varios años tras el fuego, las características estructurales que presentan son semejantes a las que presentaban antes del incendio. Por tanto, se les puede clasificar como sistemas de alta resiliencia a los incendios.