El director de actores

Resum

La dirección de actores es una competencia exclusiva del director de escena y quizá, junto al plan de dirección, la que más constituye y define su trabajo y su figura. Sin embargo, es difícil concretar su presencia una vez que está disuelta en la actuación. La técnica de la dirección de actores es confusa, porque el propio concepto une dos figuras, el director y el actor. Al respecto cabe preguntarse: ¿quién es el director de actores? ¿Existe una técnica propia de la dirección de actores o ésta consiste en el dominio de la técnica de la actuación? Preguntas sencillas que, sin embargo, no podemos responder en el marco actual. La confusión sobre la dirección de actores es extensa, tiene raíces históricas y, actualmente, las técnicas de actuación que eclipsan el proceso de escenificación, el mestizaje actual de las poéticas, el confluir de las escuelas y los movimientos, los planes de estudio de dirección escénica descendientes directos de los de interpretación, el traslado de actores a la dirección y viceversa, el trabajo visible del actor y el trabajo invisible del director, la poca literatura especializada en la dirección de actores y un buen número de brillantes directores de actores muy diferentes entre sí, hacen que la dirección de actores actual esté en algún lugar, pero no en el que le es propio. Es llamativo que los textos teóricos sobre interpretación estén escritos por directores en su mayor parte y que éstos no escriban apenas sobre teoría y técnica de la dirección. La originalidad de nuestra investigación radica en volver la mirada al director de actores. El director de actores es aquel que crea, define, estructura, planifica y ejecuta los conceptos sobre los que se va a crear una actuación por parte de los intérpretes. A través de los ensayos, cocrea, guía, selecciona, elimina, replantea y fija aquellos aspectos de la actuación para que se conformen en una estructura compleja de diseño de la actuación, que a su vez se integrará en una estructura mayor que es la obra teatral, relacionándose con todas sus partes, estando compuesta por ideas y materiales de diversa índole, origen y naturaleza. Entre las conclusiones, esta tesis defiende que la nueva práctica de la dirección actoral, no se ejerce sobre el actor, sino a través de una horizontalidad cocreadora provocada por la emancipación del actor, que ha permitido a su vez la emancipación del director de actores, convertidos en creadores autónomos, pero que ejercen su trabajo en una íntima relación. El director y el actor forman parte del mismo hecho y se necesitan, recíprocamente, para existir. De la horizontalidad surgida en la práctica actual, ha urgido, revisar su propia ontología y definir qué es un director de actores y qué determina su existencia y su práctica, puesto que el modelo de director que regenta el poder ha quedado obsoleto y sin vigencia. Debido a la concepción habitual de la palabra Dirigir, se propone el uso de la voz Escenificar, que indica una tarea específica y ayuda a establecer el trabajo horizontal, lo que supone el reconocimiento de un cambio paradigmático de la figura del director actual e implica replantearse el trabajo del director, dejando desactualizadas muchas prácticas anteriores que entienden la dirección como un trabajo en jerarquía, y a los actores, diseñadores y técnicos como un equipo de subordinados. Se apuesta por un escenificador cuya labor principal es idear, conceptualizar y crear la puesta en escena, pasando de la idea al plano físico del escenario, y no únicamente dirigir el trabajo de los demás. A través de esta investigación podemos ofrecer un estudio sobre el trabajo de la escenificación con actores y definir una propuesta de una técnica propia, que aspire a ir ampliándose con el devenir de la investigación y de la práctica escénica. La nueva escenificación con actores se enmarca en una búsqueda de la horizontalidad en el teatro, que a su vez responde a una mirada sobre el mundo más igualitaria, cooperante y comunitaria