Utilidad de la PET-TAC en la planificación radioterápica en el cáncer de cabeza y cuello. Nuestra experiencia inicial

  1. M. E. Bellón Guardia
  2. Luis Pérez Romasanta
  3. Ana María García Vicente
  4. Mª del Prado Talavera Rubio
  5. Azahara Palomar Muñoz
  6. Beatriz González García
  7. Víctor Manuel Poblete García
  8. Angel Soriano Castrejón
Revista:
Revista española de medicina nuclear

ISSN: 0212-6982

Año de publicación: 2010

Volumen: 29

Número: 4

Páginas: 157-164

Tipo: Artículo

DOI: 10.1016/J.REMN.2010.03.005 DIALNET GOOGLE SCHOLAR

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Objetivos de desarrollo sostenible

Resumen

Resumen Objetivo Describir los métodos aplicados en la incorporación de la PET-TAC en la planificación de radioterapia (RT) en pacientes afectos de tumores de cabeza y cuello, así como valorar el impacto que induce en la estadificación y en la estimación de volúmenes para irradiar. Material y método Estudio prospectivo en el que se incluyeron 20 pacientes afectos de un tumor localizado en el área de la cabeza y del cuello y candidatos a tratamiento radioterápico. Todos ellos se sometieron a un estudio PET-TAC (GEDSTE 16) de cuerpo completo para estadificar o reestadificar y a otro estudio selectivo cervical tardío (3h) para la planificación del tratamiento. En este último se utilizó la TAC con protocolo diagnóstico, una mesa réplica de la utilizada en RT y una máscara personalizada. Se evaluó la afectación ganglionar y/o a distancia, atendiendo a cambios en el estadio. También se compararon los volúmenes obtenidos entre las distintas técnicas. El valor umbral del standard uptake value (SUV) para definir el volumen tumoral de la PET se estableció de modo empírico y osciló entre un 20�40% del SUV máximo. Resultados Desde octubre de 2007 hasta agosto de 2008 se han realizado planificaciones de RT con PET-TAC en 20 pacientes. Se han analizado un total de 29 lesiones (18 lesiones primarias, ya que 2 pacientes fueron excluidos por no evidenciar tumor en el estudio PET o TAC, y 11 ganglios). La localización más frecuente del tumor primario ha sido la orofaringe (5 pacientes). El SUV máximo promedio de las lesiones ha sido de 14,4 (rango: 5,0�26,4). Los valores promedio del volumen tumoral con PET y con TAC han sido 21,9 y 19,3cm3, respectivamente, no evidenciando diferencias estadísticamente significativas. La PET-TAC modificó la estadificación en el 20% de los casos, mostrando un impacto diagnóstico y terapéutico global del 50 y del 25%, respectivamente. Conclusión La incorporación de la PET-TAC en la planificación estándar de RT es un proceso factible, necesitando la estrecha colaboración de los servicios de medicina nuclear y oncología radioterápica. La PET-TAC logra una mejor estadificación de los pacientes con un importarte impacto diagnóstico y terapéutico. La técnica híbrida ahorra problemas derivados del corregistro, así como una segunda consulta para la planificación con el consiguiente confort para el paciente. Aún así, son necesarios más estudios prospectivos y aleatorizados con correlación anatomopatológica que evalúen el impacto real de esta técnica en la definición de volúmenes.