La Protohistoria en el territorio ártabro. Organización social y estructura territorial
- Nión Álvarez, Samuel
- Francisco Javier González García Director/a
Universidad de defensa: Universidade de Santiago de Compostela
Fecha de defensa: 16 de abril de 2021
- Antonio Blanco González Presidente
- José Carlos Sánchez Pardo Secretario/a
- Raquel Liceras Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Este trabajo plantea un estudio de las formas de organización social de las comunidades del territorio ártabro, desde sus inicios como comunidades fortificadas y sedentarias en los albores de la Edad del Hierro hasta su integración y reconfiguración tras la conquista romana. El objetivo principal plantea una aproximación a las principales características de las formas de relacionarse y estructurarse de estas comunidades, analizando sus pervivencias y transformaciones. Desde una percepción hermenéutica de la investigación, el método de trabajo propone un enfoque holístico, estableciendo una clasificación de aquellos elementos que permiten comprender y categorizar las formas sociales del pasado y de las estrategias necesarias para representarlas. La zona de estudio es el territorio ártabro (en el Noroeste de la Gallaecia), región que, a pesar del notable interés despertado en las fuentes clásicas, aún no había recibido un estudio conjunto en el presente. Se establece, de esta forma, una narrativa a modo de síntesis "arqueohistórica y diacrónica", con esta área como límite espacial y con los inicios del paisaje fortificado (s. IX a.C.) como límite temporal. Desde los inicios del hábitat sedentario, las formas sociales de estas comunidades parecen manifestar una notable homogeneidad. No obstante, y desde el siglo VI a.C., es posible documentar significativas transformaciones que permiten apreciar dos maneras claramente divergentes de entender las relaciones sociales. A lo largo de los siguientes siglos, esta dicotomía social experimenta notables variaciones en forma y fondo, materializando distintas expresiones y estrategias de habitación. No obstante, todas ellas parecen señalar la estabilización y reafirmación de su ethos, con acusadas diferencias entre las tendencias sociales de las comunidades costeras y las del interior, cuyas distintas formas de ver el mundo perduraron hasta la llegada de Roma. No obstante y desde el s. II a.C., parece haberse desarrollado una "tercera vía" en el Castro de Elviña, cuya estructuración interna parece señalar una forma claramente diferente de organizarse como sociedad. Finalmente, aprovechando el volumen de información recabado en los apartados anteriores, se propone un estudio de las sociedades tras la conquista de Roma. Se analiza la implantación territorial del imperio, centrándose en su influencia en las poblaciones locales y planteando una perspectiva de estudio que permita comprender la perspectiva indígena desde un enfoque que reconozca tanto la influencia del dominio político como la capacidad de agencia local.