Lo que hicimos fue secretoinfluencia del punk y el hardcore en la ciudad de Madrid (1977-2011)

  1. Álvarez García, David
Dirigida por:
  1. Gloria Durán Hernández-Mora Directora
  2. Héctor Fouce Rodríguez Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 23 de abril de 2021

Tribunal:
  1. Ruth Piquer Sanclemente Presidente/a
  2. Israel V. Márquez Secretario/a
  3. Cristina Garrigós González Vocal
  4. Fernán del Val Ripollés Vocal
  5. Jordi Claramonte Arrufat Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 154747 DIALNET

Resumen

Esta tesis es un relato sobre el punk madrileño y su relación con los movimientos sociales después de la Transición. Más allá de ser simplemente un estilo musical, partimos de la consideración de que el punk es una propuesta de vida alternativa y empoderante que influyó estética e ideológicamente en las identidades sociopolíticas de los jóvenes vinculados a los movimientos sociales, principalmente en las décadas de los años 80 y 90 del siglo XX. El marco teórico aborda el concepto del punk y su relación con el cambio social a través de la ideología y la praxis. Para analizar su influencia en el ámbito madrileño, la primera parte de la investigación esclarece la recepción que tuvo el punk por parte de la opinión pública española a finales de los años 70. El fenómeno llegó mediado por los medios de comunicación de masas, que avivaron el pánico social provocado por los Sex Pistols en Inglaterra. Esta percepción negativa abarcó prácticamente todo el espectro ideológico de la prensa. Aunque en España no llegó a calar sustancialmente hasta la década de los 80, el punk fue una influencia estética muy destacable de la Movida madrileña. El primer grupo de punk madrileño (Kaka de Luxe) fue el eslabón entre la contracultura de los 70 y esa escena conformista y apolítica de plexiglás y purpurina que reflejaba los cambios que se estaban dando en la sociedad española. La resaca autoritaria del franquismo había provocado una apatía en la ciudadanía, que antepuso la estabilidad y la moderación frente a la ruptura. Así, el régimen permaneció como marco de referencia para establecer los limites al nuevo estado democrático. Esto dio lugar a un profundo desencanto, que generó una carga peyorativa sobre la legitimidad social de la protesta política. El compromiso y la militancia de los jóvenes antifranquistas fueron sustituidos por el escapismo y la superficialidad de la Movida. Durante el primer lustro de los 80 fueron apareciendo propuestas cada vez más nihilistas dentro del punk que chocaban con la estética y la actitud desenfadada de los grupos pop de la Movida. En el segundo bloque de la investigación vemos cómo la influencia del Rock Radical Vasco fue clave en la configuración de la escena punk madrileña. Aunque no fue un movimiento social en si¿ mismo, el punk acercó sensibilidades y politizó conciencias adaptando el fenómeno anglosajón a la realidad sentimental, política y cultural de aquel momento. La segunda generación de punks madrileños trató de superar el desencanto político juvenil experimentando con la autonomía y el activismo a través de varios ejes de lucha social: el antimilitarismo, la okupación, la precarización laboral, la contrainformación, el rechazo a la violencia estatal, la lucha contra el racismo y el antifascismo. Esta escena punk madrileña se expandió en la década de los 90 irrigando en mayor o menor medida los nuevos movimientos sociales relacionados con la liberación animal, el internacionalismo, el feminismo o la defensa de los derechos LGTBI. El último bloque del análisis aborda la relación con la nueva hegemonía conservadora madrileña de finales del siglo XX, dando lugar a desencuentros, rupturas y escisiones estéticas y políticas hasta llegar al cambio en la subjetividad político-social española acaecido tras la crisis de 2008, que cristalizó en el movimiento 15-M.