Estratos, recintos, anclajes y paralelismos orientales en el proceso de proyecto de Mies van der Rohe
- allen, pablo
- Darío Álvarez Álvarez Director
Universidad de defensa: Universidad de Valladolid
Fecha de defensa: 26 de octubre de 2012
- Ramón Rodríguez Llera Presidente/a
- Miguel Ángel de la Iglesia Santamaría Secretario
- Miguel Ángel Anibarro Rodríguez Vocal
- José María Cabeza Lainez Vocal
- Juan Carlos Arnuncio Pastor Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Estratos, Recintos, Anclajes y paralelismo oriental en el proceso de proyecto de Mies Van der Rohe. Autor: Pablo Allen Vizan, arquitecto Director de Tesis: Darío Álvarez Álvarez, Doctor arquitecto. El estudio de la obra de Mies ha sido un tema tratado por muchos libros, ensayos y artículos por parte de muchos autores, como el caso de Frank Schulze con Mies van der Rohe: Una biografía crítica, con la que repasa las posibles influencias de personas y circunstancias del modo de vida del arquitecto en su obra, Werner Blaser quién ha publicado monografías de muchas de las obras (Mies van der Rohe, Farnsworth House: weekend house y Mies van der Rohe, Crown Hall: Illinois Institut of Technology, entre otras y en concreto Mies van der Rohe: West meets East en la que, de carácter general, se apunta cierta comparación concreta entre las diferentes espacios proyectados del arquitecto alemán y como los patios tradicionales que presenta un indicio para iniciar una la vía de investigación en esta Tesis), y libros acerca de algunos aspectos más concretos de la misma, como el libro de Cristina Gastón (Mies: el proyecto como revelación del lugar) en el que se compara de manera analítica cuatro edificios y más concretamente el proceso de construcción y su relación física con el lugar en cuanto a topografía, orografía y otras invariantes de las que Mies dispondría para construir y de la posible incidencia de los mismos una vez concluidos. Observar y revisar , en la medida de lo posible, todos los libros acerca del arquitecto alemán, podría ser el punto de partida para empezar a trabajar en otras cuestiones menos descritas como el propio proceso de proyecto, prestando atención a los dibujos de Mies con detenimiento, comparando esos documentos gráficos con lo que expresa en sus escritos y con sus claves biográficas, e intentar, al fin, descubrir ese método que podría relacionar los edificios de Mies entre sí, ya que en un primer acercamiento se tratan de ejercicios de arquitectura en el más puro sentido de la palabra que podrían tener mucho en común todos ellos, y descubrir un sistema que permita llevarlos a ser relacionados no solo con el lugar concreto en el que se ubican, que podría ser el punto de partida, sino con los propios elementos que los componen, de manera que nos permita comprender otras cuestiones que aparecen dentro del proceso. De ese modo se produce, muchas veces, el encuentro con autores en los que observar la manera de dibujar el proceso de proyecto y verlo trasladado al edificio construido, resultando un complemento del mundo de las ideas hasta lo físicamente tangible. De la misma manera se puede entender qué quiere un autor que veamos en un edificio de su propia mano, porque él lo vio y lo dibujó antes de estar construido, del mismo modo que hacemos cuando estamos trabajando en nuestro propio proyecto. Si seguimos analizando los dibujos de un mismo autor podríamos descubrir, en muchos casos, una manera de hacer y encontraríamos una serie de recursos al ver todo aquello que representa en papel solamente con un lápiz, sin recurrir a otro tipo de mecanismos o ambages. Esto es algo que, creo, ha de pervivir siempre con el oficio de arquitecto, que ha de saber dibujar aquello que tiene en mente a la hora de resolver un edificio, ya sean partes del edificio de cara al programa o detalles para poder construirlo, como un borrador repleto de intenciones como cuaderno de ruta. Muchos de los arquitectos del movimiento moderno nos han dejado un legado de dibujos y documentación precisa que nos han permitido ilustrar los análisis de sus proyectos pero pocas veces, quizá, se hayan analizado solamente esta documentación gráfica y sus diferentes versiones, dejando al margen el resultado final del edificio construido e intentando descifrar el proceso de principio a fin. Estudiar documentos escritos o conversaciones con el autor, a posteriori, puede producir, de algún modo, un enmascaramiento del proceso como tal, aunque enfatiza, por otra parte, una primera intención comparada con el resultado final, mostrándonos un camino totalmente rectilíneo. Ludwig Mies van der Rohe es uno de estos autores, clásico y moderno al mismo tiempo. Un arquitecto que ha dejado un legado de dibujos importante para poder analizar qué es lo que quiere mostrarnos con su arquitectura, sujeta a su propia manera de hacer sin que ello implique el concepto de estilo. Hay muchos edificios que podrían pasar por ser de ¿estilo Mies¿ sin serlo realmente, e incluso se ha etiquetado al arquitecto alemán como abanderado del minimalismo arquitectónico, de manera que cualquier edificio que contengan ciertas dosis de minimalismo pueda ser comparado con la obra de Mies. Al analizar el proceso de proyecto del arquitecto alemán, podemos destacar las diferencias con esas otras arquitecturas parecidas, lo que puede dar más valor al propio sistema. En la tesis se trata de descubrir cómo es este proceso de proyecto de Mies para dar respuesta a un problema con un edificio, lo que dibuja y porqué lo dibuja, para determinar cuáles son elementos que establecen los criterios exactos a modo de puntos a los que acude en ese proceso. Estaría basado en una serie de estratos o capas que aparecen como veladuras en todos los dibujos y obras que construye pues parece haber una superposición de tales elementos que, unidos, poseen más valores que el que tienen por ser partes del conjunto arquitectónico. Las herramientas para investigar que utilizaré serán los propios dibujos de Mies que se conservan en el MOMA de Nueva York, analizándolos de la manera más precisa posible, re-dibujando aquello que él dibuja en perspectiva, para averiguar cómo eran pensados los proyectos en relación con el entorno próximo y descubrir el sistema de elementos que utiliza y para qué los utiliza. Asimismo se analizarán otro tipo de herramientas basadas en su propio sistema de representación, como los collages y fotomontajes, siempre concretados en la visión espacial, anterior a plantas y secciones, para explicar, no un espacio concreto, sino un sistema de relaciones que pueden tener cada uno de los edificios que proyecta, marcando recorridos, ejes, visiones,¿ Esto constata que el dibujo a mano de un arquitecto es muy importante por el hecho de ser intencionado y perseguir una idea; recoger los primeros bocetos de un edificio cuentan muy claramente de qué intenciones y qué temas trata, lo que complementa los análisis del edificio construido con todas las variaciones que pueda haber sufrido, tanto en proyecto como en obra, y poder comparar tales intenciones, y el proceso en sí, con hechos. Dentro del análisis del proceso surgen otras cuestiones acerca de la obra una vez construida con respecto al lugar en la que se localizan y la aparición sistemática de un espacio intermedio a modo de recinto entre lo construido y el lugar donde se construye. Esto puede haber pasado desapercibido en muchas ocasiones al leer algunas monografías sobre la obra de Mies Van der Rohe. El hecho de que el propio Mies elija el lugar adecuado para construir hace que no podamos pasar por alto las relaciones que tiene el edificio con el lugar en el que se ubica. Por lo tanto no solamente piensa en el proceso de proyectar sino que parece tener una disciplina consciente dentro de ese proceso para trabajar con el dónde se construye. Utilizaré esa relación con el lugar como inicio para la disposición de los elementos que aparecen en el proceso Parecen existir una sucesión de anclajes, efectos que pueden ayudar a entender, por medio de la arquitectura, el lugar que le rodea. Para poder establecer estos anclajes en Mies es necesario primero analizar de qué forma proyecta el objeto, y ver cómo valora y escoge elementos del lugar para darle forma y de qué manera se comprueba que el individuo que se encuentra en el edificio comprende el lugar en el que se ubica. Sería pues el lugar el que aporta claves para empezar a trabajar con un sistema o proceso de proyecto que hemos de descubrir a través de dibujos y escritos y cómo se disponen en cada obra para poder interactuar con el espacio interior y exterior simultáneamente. Si Mies partiera del entorno, para imponer su sistema, se aseguraría que el resultado cumpliese con el lugar sin tener que recurrir a elementos ajenos a su sistema de proyecto. a Análisis del proceso de proyecto de Mies van der Rohe. Estratos La primera parte de la Tesis, pués, consistirá en analizar qué elementos se dibujan continuamente por parte de Mies para explicar un espacio interior y el objeto arquitectónico percibido desde el exterior, que van a constituirse como instrumentos de trabajo para Mies, y de qué forma los diseña para servir al individuo que observa la arquitectura. Una segunda parte del trabajo de investigación consistirá en, además de descifrar ese proceso de proyecto con el que se diseña cada parte de su obra, estudiar si existe o no una se relación con cada una de las localizaciones específicas de los edificios para establecer la relación directa entre lugar y la posición de cada elemento que compone cada edificio, a través, de nuevo, de los dibujos de Mies y de los míos propios y tratar de establecer una relación entre ambas. Por último, escoger tres obras de Mies que pertenezcan a tres épocas diferentes (primera etapa en Berlin, segunda etapa en América y tercera etapa en Europa de nuevo) con tres escalas y programas distintos (un pabellón, una villa y un edificio público) y situados en localizaciones muy especiales (uno en el plano teórico, otro en un lugar natural y otro en un lugar artificial y más urbano) para poder observar las relaciones de esos elementos entre sí, ver que pueden alcanzar una función además de la que tienen por ser elementos de arquitectura y observar lo que rodea a cada uno de los tres edificios para determinar cuál es el punto de partida en cada caso, que proviene del lugar y que sirve para empezar a disponer esos elementos por capas. Los tres ejemplos, en ese caso, habrían de estar construidos para porder constatar mejor el proceso. Durante este trabajo de análisis intentaremos establecer un criterio con el que poder explicar por qué son estos elementos, y no otros, los utilizados por Mies, estableciendo un paralelismo que podría existir entre la arquitectura moderna y otro tipo de arquitecturas tradicionales concretas, como veremos, y estableceremos con ello una comparación en cuanto al significado se refiere de cada elemento que forma la arquitectura de Mies. Recurriremos a este paralelismo a medida que vayamos definiendo cada parte en el proceso de proyecto de modo que al final cerremos un círculo que tenga su punto inicial y final en el mismo sitio, los dibujos de Mies van der Rohe. El estudio del proceso de proyecto en el trabajo nos lleva a crear un hilo conductor para no pasear por toda al obra de manera ¿distraída¿ e ir analizando dentro de un contexto que establezca el criterio para extraer conclusiones y dirigir el análisis. Para ello podríamos establecer una relación entre el individuo para el que se proyecta cada elemento, la arquitectura construida y el lugar en el que se ubica esta arquitectura, tanto con la captura de la naturaleza, en la primera etapa de su obra, como con la captura del horizonte, en los años que vivó en Chicago, a través del objeto que construye o proyecta, estableciendo una serie de puntos de anclaje al lugar. Los tres agentes que intervienen en la arquitectura (individuo, objeto arquitectónico y lugar) quedarán relacionados de manera transitiva en la obra de Mies. El individuo puede ver cómo se explica un lugar a través de la arquitectura. Este será el hilo conductor que encadena los tres capítulos de esta Tesis. Dentro de la primera parte, la que trata de descubrir el proceso de proyecto con los elementos, Werner Blaser, autor que ha escrito sobre el arquitecto alemán en no pocas ocasiones, describe el propósito final de Mies en el orden y la verdad entendida ésta como ilustra Tomas de Aquino ¿adaequatio rei et intellectus¿ (la verdad como adecuación de las cosas y el intelecto)3 de manera que se implica al individuo que quiere conocer la verdad a base de entender las cosas u objetos que observa y el lugar en el que se encuentran. Una manera de acercarse a la obra de Mies es verla como objetos compuestos de elementos que son comunes en toda ella y analizar de qué manera tales partes son concretadas en base a dos procesos: Por un lado está el diseño, a escala del individuo, de cada parte que compone el objeto y por otro lado la colocación de tales partes, dentro del objeto arquitectónico, en función del lugar en el que se va a ubicar. En cuanto al diseño podríamos observar una serie de capas o elementos recurrentes en la obra de Mies. Los llamaremos estratos porque parecen capas independientes los cuales, vistos por separado, serían propios de cualquier construcción sin embargo, al superponerse, juegan un papel más allá de su propia función constructiva. Centrando el trabajo en el proceso, podríamos comprobar que Mies establece siempre los mismos criterios para los elementos que diseña de manera precisa en cada uno de sus trabajos, que identificaremos mediante tales criterios, pero sin dejar, a la vez, de reflexionar acerca del lugar real en que se ubicará el conjunto. Los elementos que forman el objeto arquitectónico serán dispuestos en forma de estrato o capas que, superpuestas, darán un significado mayor a cada elemento de la arquitectura de Mies, sinergia5 en definitiva. Un muro, por ejemplo, servía como elemento estructural pero Mies le va a conferir un significado más, aparte que por su naturaleza ya posee, que descubriremos al verlo junto a los pilares, llegando a considerarlo en otra capa diferente a la estructural; para poder obtener ese otro papel dentro de la obra superpondremos el resto de elementos. Pero existiría otra parte: la colocación de un elemento dentro del edificio. Esta tiene que ver con la disposición del resto de estratos propiamente dicho y con la localización en la que se ubica la obra para que la arquitectura pueda relacionarse con el lugar. En algunos casos lanza los muros más allá del espacio definido por la cubierta para colonizar el lugar en el que, teóricamente, se ubicaría el edificio y sectorizarlo en diferentes partes jugando con los bordes de la parcela. Mies, en otras ocasiones, cambia el lugar que le es asignado para construir y dibuja una primera versión de cada proyecto en el que el edificio aparece rodeado de un entorno que no es el real, pero demuestra, no obstante, qué es lo que le interesa para el edificio. De estas intenciones con el lugar, aparecen proyectos que no construye, en los que se plantea un nuevo sistema de relación, que va a depender del objeto arquitectónico y la ubicación, dejando al margen al individuo, pues se trata de ejercicios sin encargo ni programa. Se produce aquí un punto de inflexión dentro de la obra de Mies, en el que podemos establecer una interpretación del patio que propone Mies y una llamada o cita a la arquitectura tradicional, entendiendo el mismo, como una relación entre naturaleza y arquitectura. Si observamos otro tipo de arquitecturas tradicionales ajenas, en un principio, a Mies podríamos establecer ciertas analogías que podrían aportar nuevos significados a estos vacíos construidos a propósito en su arquitectura, centrándonos en una en concreto por varios motivos. Al estudiar la obra de Mies habríamos de comprobar que, a pesar de trabajar en épocas diferentes y lugares distintos, con ambientes dispares no solo en política, encontraremos similitudes en los elementos empleados con diferentes matizaciones como si formasen parte de un único objeto en el que se distinguen las diferentes capas para ir diseñándolas y colocándolas en el siguiente proyecto nuevo, dependiendo del lugar en el que se vaya a ubicar, para poder mostrar la obra de Mies, como una superposición de estas capas procesadas compuestas de cada uno de los elementos precisos que dan forma a su arquitectura. Estas capas o estratos habrían de ser independientes, perfectamente identificados y diseñados con un papel específico dentro del edificio, además del que por su naturaleza pueden tener, para formar el objeto arquitectónico, es decir, un todo compuesto por partes. De este modo podemos analizar en Mies estos estratos en cada una de sus obras y comprobaremos cómo estarán procesados minuciosamente utilizando sus propios dibujos, de manera que comprobemos puntos o planos de tangencia entre ellos, lo que nos permitirá percibirlos como independientes. Recinto (espacio intermedio): Una vez que interpretemos el objeto arquitectónico de Mies compuesto por capas o estratos, veremos que en su obra no todos los espacios son interiores. Hay ámbitos en cada obra que no van a estar cubiertos, pero sí pertenecientes al proyecto, ya que poseen algunos de los elementos de la arquitectura de Mies, que funcionarían como espacio intermedio entre el interior y el exterior poniendo en relación el objeto y el lugar. Estos espacios están presentes constituyendo lugares abstractos que están ligados al espacio interior, complementando a la arquitectura para conformar el sistema de estratos y guardan una intención que se podría interpretar cargada de simbolismo y significados. El individuo, situado a cubierto, no observa directamente el exterior, sino que percibe un espacio intermedio, un lugar compuesto por elementos artificiales que representan la naturaleza cuando ésta no puede presentarse completa, a modo de lugar para la contemplación, construido con elementos que reinterpretan la naturaleza real. Emplea el agua, la figura a observar, y la presencia de la vegetación más allá del límite definido por un muro. Estos elementos dispuestos de manera artificial, que forman este espacio intermedio, los trataremos de manera conjunta aparte del objeto ya que, en este caso, no son diseñados y colocados por Mies, pero están presentes en los espacios no cubiertos que intermedian entre el individuo y el lugar donde se ubica la arquitectura. Éstos, a modo de jardines, presentan ciertas semejanzas con esos tipos más tradicionales con los que aplicar el paralelismo con los estratos. En el objeto arquitectónico de Mies se va a reproducir en cierta manera cierto carácter de inaccesibilidad al jardín lo que refuerza la idea de contemplación desde el interior, y de elemento estancial fuera de un recorrido, como lo son los estanques de agua que utiliza y que serán visibles en todo momento por el individuo, en contraste con la naturaleza real pues se podría tratar de una interpretación de la misma dentro de un lugar que no tiene por qué ser de carácter natural como podría ser una ciudad. Vendría a ser un paisaje prestado o importado. Las esculturas que aparecen de artistas como Wilhem Lehmbruk, Georg Kolbe y Henry Moore son dibujadas por Mies de manera sistemática para ilustrar estos espacios intermedios y con un criterio común, ya que siempre escoge aquellas con forma humana, con la posible interpretación de observar al individuo artificial dentro del paisaje artificial, y comprobar ese espacio que está mediando entre la arquitectura y el paisaje. Este espacio intermedio es para ser vivido a la luz del día de modo que sea la interpretación de esta naturaleza atrapada lo que pone en relieve la relación entre lugar y arquitectura. El objeto de Mies podría entenderse entonces como la unión de espacio cubierto compuesto por estratos artificiales y otro no cubierto compuesto de elementos que interpretan la naturaleza. Una vez compuesto el objeto con el espacio intermedio, se establece la relación entre arquitectura y lugar y se asegura que el individuo pueda contemplar un exterior natural reordenado. ¿Aquel que comprende el camino de la naturaleza llega a apreciarlo todo, apreciándolo todo se convierte en imparcial, siendo imparcial se convierte en magnánimo, y siendo magnánimo se convierte en parte de la naturaleza¿ Para poder analizar el proceso de proyecto de Mies y ver la implicación de lugar en las decisiones tomadas para su diseño, habría de comprenderse tal objeto desde el punto de vista del individuo que puede percibir lo que le rodea gracias a la configuración de la arquitectura y desde el punto de vista exterior en el que el individuo forma parte de una arquitectura en un paisaje. Trasladando esta lección a los objetos arquitectónicos de Mies se podría comprobar también un proceso en aquello que Mies quiere para el individuo. Captura de aquello que le rodea hasta el horizonte, esa línea horizontal lejana que tiene una presencia en el interior y que se percibe tras los diferentes planos perceptivos, y lo convierte en un eje de simetría horizontal enfatizada por los estratos del objeto. Entrará en juego el concepto del plano vertical de fondo, que Mies escoge de manera precisa sin dejarlo nunca al libre albedrío. Por otra parte el posicionamiento de la obra en un lugar no será casual. El simple hecho de escoger una u otra localización para situar la obra, ya se hace de manera escrupulosa y requiere de atención y el análisis por parte de Mies, pues se trata de una decisión de proyecto que va ayudar a configurar los elementos que componen el objeto para que interaccionen en ese lugar. El individuo comprobará entonces la resonancia entre lo que percibe del lugar y los estratos de la arquitectura cuando observa ambos desde fuera, desde el lugar en el que se encuentra cada una de las obras. Si estos estratos tienen una relación con el individuo y al mismo tiempo existe un espacio intermedio que podría estar mediando entre la arquitectura y lugar real en el que se va a ubicar la obra de Mies, todas las decisiones durante el proceso de trabajo estarían muy lejos de hacer que el objeto sea un tipo de objeto siplemente escultural que pueda colocarse en cualquier localización, y se produciría entonces la consecuencia de que el edificio solamente puede estar en ese sitio y no en otro. Los estratos se someterán a unos puntos de anclaje siendo el propio lugar realmente el que podría dar los parámetros para crear un objeto compuesto de elementos acotados y definidos y establecer tales puntos. Encontraríamos aquí pues, los motivos, hablando tanto en términos espaciales como geométricos, por las que se diseñan las capas o estratos en la obra y cómo se relacionan con cada una de las ubicaciones específicas para establecer la relación directa entre el lugar y la colocación de cada estrato. Es muy posible que haya muchas de las decisiones de diseño que definen el espacio (estructura, piel, etc.,...) que van a pertenecer a este ámbito de las relaciones con el lugar y el individuo y, de entre las muchas maneras para diseñar objetos con materiales y geometrías, Mies siempre se decide por una concreta después de un proceso muy preciso en cada uno de sus edificios. Esto puede explicar algunos puntos dentro de su obra si utilizamos y analizamos los dibujos que él hace y publica, los escritos que elabora o las conversaciones que se conservan, para conseguir establecer esas intenciones que se producen durante el proceso de proyecto para dar lugar al diseño de cada estrato y ese lugar abstracto intermedio que pertenece a la obra de Mies, en base a una ubicación real, para explicar al individuo aquello que le rodea. Anclajes: El lugar será propiamente una de las tres partes, junto al individuo y el objeto, con los que establecer lazos internos muy concretos, los puntos de anclaje y, para poder establecer estas relaciones como sistema dentro del proceso, necesitaríamos encontrar estos puntos en toda su obra. Para ello utilizaremos tres ejemplos que pertenecen a tres etapas y localizaciones muy diferentes con programas completamente dispares y de escalas muy distintas en cada caso en relación con el individuo y con el lugar en donde se ubican, como hemos comentado. De este modo, si el sistema es el mismo, y funciona al extrapolarlo a otras obras, podremos establecerlo como proceso. Otra condición necesaria sería que estuvieran construidos para poder constatar en todo momento el análisis que de cada uno de ellos se va a ir desarrollando en el último capítulo de esta tesis referente a los puntos de anclaje. El estudio va a partir desde el final, desde el objeto terminado, para llegar al principio del proceso, analizando y comparando los dibujos del propio Mies. Si miramos estos edificios desde fuera, en relación con el lugar en el que se ubican, enfocado a tener en cuenta al individuo y lo que percibe, y observamos el lugar desde el interior del mismo estaremos utilizando la arquitectura como vehículo para comprender la explicación de tal lugar, algo que sucederá como efecto final del proceso. Llegaremos a la conclusión de que la arquitectura de Mies no modifica un lugar, sino que lo explica. b Paralelismos en el proceso de proyecto de Mies: La tradición oriental. Dentro del sistema de diseño de los estratos podríamos averiguar, para ser precisos, qué referencias aparecen o son utilizadas para interpretar los resultados y poder ilustrar mejor el motivo de una u otra decisión. Resulta interesante que, durante el proceso, existan referencias pertenecientes a aquello que nos interesa estudiar para poder hacer citas dentro de cada obra para afirmar un concepto utilizando un lenguaje que se ha comprobado anteriormente. La arquitectura moderna siempre ha estado plagada de citas a obras, consideradas tanto cuando se reproducen casi de manera literal como otras más sutiles que aportan algo más que la expresiónen sí de una obra. En el primer planteamiento de los estratos deberemos ver ese segundo significado de cada estrato cuando se superpone al resto, de manera que no se trate de un elemento arquitectónico, sino algo más. Para ello se hace necesaria, quizá, una búsqueda de esas referencias con las que pudo trabajar Mies y encontrar al menos, ese segundo significado a cada estrato que nos permita arrojar luz acerca del porqué se diseña de esa manera concreta para cada obra. Abríamos esta introducción con una instalación del estudio Sanaa en el pabellón Alemán de la Exposición de Barcelona de 1929 en el que de alguna manera se reinterpreta el límite que se define con el cristal , sin constituir ello una acotación o barrera espacial, algo que Mies utilizaba y definía, como veremos. Se produciría una cita por parte del estudio Sanaa ad hoc en el pabellón del propio Mies. En la arquitectura de Mies se podrían encontrar multiples referencias si la observamos de manera tendenciosa, pudiéndo establecerlas casi con cualquier tipo, a medida que vayamos comparando el aspecto exterior de cada obra. Ocurre lo mismo con otros autores, por lo que habría que establecer un criterio no solamente formal, sino algo que proceda del mundo del significado. En el caso del movimiento moderno estas referencias aparecen entreveladas en muchos casos con lo que es difícil establecer cada cita de cada arquitecto en su obra. Pero no obstante encontramos un punto de partida que utilizaremos como llave en este trabajo de búsqueda de referentes con personajes muy influyentes en la vida de Mies de manera directa y no tanto como referentes a interpretar. Al estudiar el proceso de diseño de cada estrato podríamos establecer analogías con esta tradición oriental de forma que pueda subrayar y enfatizar aspectos en su obra, para aportar ese otro significado a cada elemento en cuanto a los demás estratos y la relación con el lugar; si un muro no solamente servía como elemento estructural sino que juega un rol diferente dentro del sistema, podríamos encontrar en estas referencias a la arquitectura tradicional oriental otras consecuencias dentro del espacio, que podría utilizar, de manera consciente o no, para enfatizar ese otro papel de cada elemento. Lo cierto es que al hacerlo, dentro de este posible paralelismo, veremos que se podrían dar convergencias entre la obra del arquitecto alemán y la arquitectura tradicional oriental. Tales encuentros irán apareciendo de manera velada detrás de cada elemento, por su diseño y colocación, en la arquitectura de Mies. Esto no implica que necesariamente que esté citando literalmente estos elementos tradicionales orientales, pero veremos que, a veces, se presentan de una manera muy similar y nítida dentro de su obra. El patio, por poner un ejemplo, además del simbolismo que tiene como vacío es un elemento de transición entre lo artificial y lo natural, dentro de la cultura japonesa, algo similar al uso que le puede estar dando Mies dentro de su obra. Pero el hecho de que otros arquitectos del movimiento moderno hayan tenido una relación con la tradicional oriental, debido a sus viajes y estudios, como Bruno Taut, el propio Walter Gropius, Frank Lloyd Wright o Le Corbusier, entre otros, puede ser motivo también para poder establecer un paralelismo también con Mies dada su relación con ellos y el movimiento moderno. Podríamos establecer entonces una analogía entre Mies y la arquitectura oriental tradicional y comprobar que, si la arquitectura en ambos casos goza de los elementos precisos, a modo de capas veladas o estratos como vamos a ver pueden ser similares a la hora de establecer relaciones con el lugar en el que se ubica y así establecer esa relación transitiva entre individuo y aquello que le rodea que se da en ambas, tanto en Mies como en la arquitectura Oriental antigua. Sin embargo habríamos de buscar más argumentos que ayuden a elegir esta arquitectura tradicional para establecer esas citas y evitar resultar ¿tendenciosos¿ como hemos indicado antes. No se tienen datos fehacientes que puedan establecer una relación directa entre Mies y el mundo tradicional oriental, de manera directa pero hay varios personajes que pudieron ejercer cierta influencia en él que pudo llevarle al estudio de esta cultura. Mies, en la época de director de la Bauhaus8 en Berlín se movía en un ambiente de vanguardia que se reproduciría en su segunda etapa viviendo en América. En ambas mantuvo un estrecho contacto con el profesor de psicología, el profesor Karl Friedrich von Dürkheim (1896-1988), invitado por el anterior director Hannes Meyer. En el primer semestre dio charlas (1-10-1930 /31-3 1931), intermitentemente hasta 1932. Poco después de concluir su doctorado Von Dürkheim vive una serie de años de actividades y logros académicos en las áreas de Filosofía y Psicología, tanto en Leipzig (1923) como en Breslau (1931) y el mismo Kiel. También por esas fechas, en las que impartía charlas en la Bauhaus. Von Dürkheim era conocido por sus libros sobre budismo, zen y meditación para occidentales ya que pasó 8 años en Japón antes de la segunda guerra mundial, donde escribió ¿Hara: the vital center of man¿. Es la época en la que conoce y estudia al Maestro Eckhart (1260-1328), Rilke, San Juan y, sobre todo, Lao Zi y el budismo. Estaba inmerso en un profundo estudio del oriente en el que pudo introducir al arquitecto alemán. 9 Es, por tanto, un posible primer agente que pudo dar a conocer a Mies esta tradición oriental desde la época de la Bauhaus hasta la etapa americana, dada su coincidencia. Por otro lado durante una visita a Europa en 1931-32, Tetsuro Yoshida (1894-1956), arquitecto japonés, se reunía con arquitectos alemanes entre los que se encontraba Ludwig Hilberseimer (1885-1967) colaborador de Mies en algunos proyectos. Poco después de estos encuentros con Hilberseimer, Yoshida escribió un libro, La Casa y el jardín de Japón (The japanese House and Garden) en 1935, explicando la influencia de la arquitectura japonesa en Occidente, del tipo oriental en la manera de pensar del mundo occidental. Hilberseimer impartió docencia en la Bauhaus de Dessau, desde la primavera de 1929 a abril de 1933 desempeñando su actividad docente en la teoría de la construcción de diseño constructivo. Más tarde se convirtió en el maestro del seminario para la construcción de viviendas y desarrollo urbano. En 1938, emigraría a Chicago para trabajar con Mies como profesor de planificación urbana y regional en el Instituto de Tecnología de Illinois, participando activamente en propuestas de ordenación del propio campus de IIT de Chicago (1950-56) y en la planificación del barrio de Detroit de Lafayette Park (1955-56). Hilberseimer pudo ser otro de los personajes que podrían servir de enlace a Mies con la tradición japonesa, dada su estrecha relación profesional tanto en Dessau como en Chicago. En esa época, Sakakura Junz¿ trabajó en el estudio de Le Corbusier entre 1931 y 1936, junto a Charlotte Perriand (1903-1999), arquitecta y diseñadora con influencia sobre el diseño japonés es palpable , particularmente con la obra de S¿ri Yanagi, Daisaku Choh o Kazuo Shinohara que, al igual que Lilly Reich (1885-1947), estrecha colaboradora de Mies, trabajaron en la Bauhaus. Hasta este punto podríamos indicar que Mies tuvo ocasiones para poder entrar en contacto con la tradición oriental en la época que trabajó en Berlín. Sin embargo, esta conexión continúa más allá, en América. No deberíamos pasar por alto que Mies, además, entabló una relación de amistad con Frank Lloyd Wright (1867-1959) en los años 30 y pudo haber cierta influencia de un arquitecto consagrado ya como el americano sobre el alemán y sobre todo porque aquel manejaría una referencia muy estrecha acerca de la composición de la arquitectura tradicional japonesa en cuanto a tratamiento de espacios exteriores. Wright visitó Japón en 1908 y pudo utilizar para alguno de sus proyectos como el Hotel Imperial de Tokyo (1916) o la casa de la cascada (1939) un mecanismo similar a los empleados en el jardín japonés. De hecho Kakuzo Okakura (1862-1913), el que fuera comisionado oficial del Pabellón Japonés de la Feria Mundial, escribió en 1906 ¿El libro del té¿, acerca del lado esotérico de la ceremonia, libro que despertó gran interés en Occidente, al punto de que el Embajador de Estados Unidos en Japón le envió un ejemplar a Wright. Sirva pues esta cultura tradicional para aportar más cuestiones y significados para cada elemento del objeto arquitectónico, una vez descubierto el proceso de trabajo de Mies que puede complementar el significado y la posible referencia que Mies podría atender en paralelo para resolver los problemas de un modo concreto.