El envejecimiento activo en la sociedad del conocimiento. Análisis citilab de cornellá. Barcelona
- María Sánchez Valle Director/a
- Josep Lluís del Olmo Arriaga Codirector/a
Universidad de defensa: Universitat Abat Oliba CEU
Fecha de defensa: 28 de julio de 2020
Tipo: Tesis
Resumen
El objetivo de esta investigación ha sido analizar la relación existente entre las personas mayores y el envejecimiento activo en la Sociedad del Conocimiento a través del estudio del caso del Citilab de Cornellà de Llobregat como laboratorio urbano de innovación social. Desde este objetivo central y a través de un estudio de caso se han formulado los siguientes objetivos específicos: (1) describir qué se formula por envejecimiento activo y la evolución de las personas mayores en la era digital; (2) especificar el desarrollo operativo del Citilab y su función en la sociedad digital; (3) detallar el ecosistema de la cuádruple hélice y su influencia en el Citilab; y (4) mostrar la participación, el rol y el empoderamiento de las personas mayores (SéniorLabs) en la actividad del Citilab. El trabajo para la consecución de estos objetivos ha sido guiado por la proposición de esta investigación. (P1) El Citilab es un laboratorio urbano de innovación social y el empoderamiento de las personas mayores. (P2) Los SéniorLab son eje central y foco de la Sociedad del Conocimiento dentro del flujo innovador de la cuádruple hélice. Todo ello, con el fin de obtener una compresión del papel de los nuevos labs urbanos asociado a las personas mayores. Las conclusiones mediante los resultados pretenden comprobar el conjunto de esta investigación en el caso de estudio establecido y objeto de esta tesis. El envejecimiento activo y la evolución de las personas mayores en la era digital La capacidad de implicación de la nueva sociedad del conocimieno en la era digital está produciendo nuevos fenómenos sociales de innovación, promoviendo una nueva convivencia entre generaciones: envejecer no es un problema, sino una oportunidad para seguir ejerciendo un papel activo. Se hace pues muy necesario empezar a relacionar muy directamente envejecimiento activo con cerebro activo, y esto concuerda con la idea de la Sociedad del Conocimiento. Es la acción clave del Citilab. El SéniorLab manifiesta que su papel como actor de la Sociedad del Conocimiento constituye una evidencia ante el envejecimiento activo. Hemos observado un posicionamiento en el que los sénior Labers forman parte de un conocimiento activo, con mente y envejecimiento activo en la Sociedad del Conocimiento. El término «Sociedad del Conocimiento» ocupa un lugar central en la discusión actual en las ciencias sociales, así como en la política europea. Se trata de un concepto que aparentemente resume las transformaciones sociales que se están produciendo en la sociedad moderna y sirve para el análisis de estas transformaciones. Se apunta a que el saber y el conocimiento son los parámetros que gobiernan y condicionan la estructura y composición de la sociedad actual, y son también las mercancías e instrumentos determinantes del bienestar y progreso de los pueblos. La innovación tecnológica se ubica en la base central de muchas de las transformaciones y conlleva, pues, una oportunidad, con el acceso a nuevas posibilidades, nuevas capacidades de formación y acción. Dentro de este contexto, todo apunta a una nueva percepción del envejecimiento, de la forma de envejecer y de cómo se envejece. La obsoleciencia de la visión, en este sentido, sobre los parámetros históricos del envejecimiento se evidencian en la actual sociedad. El enfoque que consideraba a las personas mayores como personas improductivas, mero objeto de cuidado y atención, ha cambiado. La imagen de los mayores improductivos debe ser reemplazada por la de las personas mayores que quieren participar de forma integral y activa en una sociedad que se enfrenta al reto de velar, de manera equilibrada y equitativa, por el conjunto de necesidades y expectativas de todas las personas que la componen, sea cual sea su edad, género o condición. El envejecimiento activo dentro de la actual Sociedad del Conocimiento muestra nuevas referencias. El empoderamiento de personas mayores en la era digital, centradas en la innovación social tecnológica. La nueva evidencia significa la evolución del llamado envejecimiento activo y sus parámetros sociales, históricos y de participación que lo definen, es decir, la actividad y la implicación social, familiar como ejes centrales y valores del concepto de envejecimiento activo. En este sentido, se ha observado la alta dedicación y participación en cuestiones familiares del perfil estudiado, además de su participación directa en actividades sociales. Formar parte del Citilab, por lo tanto, provoca una mayor calidad de vida con un gran retorno de bienestar, según los séniorLabs. La era digital introduce el factor de la mente activa en la persona mediante en el conocimiento en la innovación social digital. Se produce un notable empoderamiento de las personas mayores bajo dos principios: el envejecimiento activo provoca una mente con salud y autoestima. Un alto porcentaje del perfil analizado manifiesta su voluntad de seguir mostrando una participación activa ante posibles discapacidades o limitación funcional que puedan llegar a tener que les impediría actuar en su participación social. Parece necesario, según se muestra en esta investigación, aproximarse también al fenómeno llamado neotenia como efecto biológico por el cual los adultos llegan a mantener algunas de las características de la juventud. La evolución del concepto vejez y su visión sobre la misma ha sido una de la preguntas efectuadas. En este sentido, las personas mayores constatan que existe en la sociedad una evolución sobre la visión y sus propias capacidades. Como los humanos y también los animales neoténicos, conservamos rasgos de la niñez a lo largo de la vida; pero los humanos conservamos esos rasgos mucho más que otras especies; esto es lo que nos da el proceso de una larga actitud de formación y de aprendizaje. Otras especies al poco tiempo de nacer ya pasan a la vida adulta. El proceso neoténico en los sapiens justamente obliga a tener que cuidar al individuo en la sociedad para que este vaya teniendo un proceso de aprendizaje mucho más largo y extenso que el resto de especies durante el desarrollo de la vida. En las próximas décadas o incluso siglos existirán personas de cien años actuando como personas actuales de cuarenta años. Este es un proceso positivo para la vida y para la experiencia humana, en un nuevo proceso evolutivo del envejecimiento activo. Un alto porcentaje de los encuestados pone de manifiesto la necesidad de que esta sociedad debe establecer y construir una nueva línea evolutiva de pensamiento sobre el significado social, intelectual y operativo respecto al envejecimiento y cómo lo hemos entendido hasta ahora. La suma de criterios pone de manifiesto que el envejecimiento activo es un facilitador de actividades e innovación dentro de la Sociedad del Conocimiento. Se ha podido constatar las sinergias positivas entre el envejecimiento activo y el retorno sobre la innovación y su proceso de actividad personal. Esta actividad conlleva necesariamente la participación en procesos formativos de las personas mayores, que asisten a cursos formativos, conferencias, actividades diversas de conocimiento o congresos. La participación activa de estas personas mayores dentro de Internet es destacable. Cabe señalar lo que supone toda esta situación de implicación social y tecnológica. La cohesión social y la participación en el laboratorio urbano de Cornelllà también son un eje de conceptualización compartida. Una mayoría de los SéniorLabs en sus respuestas manifiestan que existe una relación positiva en la cohesión social por su implicación en el lab de Cornelllà. En este sentido estamos ante una respuesta transversal con una proyección afirmativa del 85% de los SéniorLabs que manifiestan esa cohesión social mejorada por su participación e implicación en el Citilab. En la entrevista en profundidad realizada a Javier González Abad, director gerente del Citilab, este señala que estas personas SéniorLabs quieren unir relación personal, cultura e innovación provocando una mayor cohesión social con participación, proyección y socialización innovadora. También Artur Serra Hurtado, director de innovación del Citilab, en la entrevista en profundidad realizada, relaciona la cohesión social dentro de un proceso de regeneración mental, de participación en proyectos e ideas en la era digital, mediante un espacio intelecual de innovación que socializa dentro la sociedad digital del conocimiento. Se trata de pensar y elevar el pensamiento. Es un ejemplo de participación en la política de envejecimiento activo. 6.1.2 Especificar el desarrollo operativo del Citilab y su función en la sociedad digital El Citilab se muestra como un motor inclusivo y cohesionador de una nueva Sociedad del Conocimiento. Este se basa en cuatro pilares clave, que son el conocimiento, las personas, las ideas y los proyectos, es su razón de existir. Proyectando a su vez el fomento de la innovación social digital, con capacidad para generar oportunidades en red. En relación con la potenciación del pensamiento creativo de las personas mayores dentro del proyecto SéniorLab en el ámbito de innovación del Citilab, se observa como la institución trata de potenciar un acceso democrático de la persona en la cultura digital, creando valor en Internet en todas sus modalidades, que afronta nuevos retos sociales de innovación ciudadana dentro de una nueva infraestructura digital de 4.500 m2 diseñada exclusivamente para Internet. Con una propuesta de transferencia de conocimiento, de divulgación del talento, de colaboración entre las ideas y el desarrollo de proyectos innovadores en el campo social y económico. Supone también el empoderamiento de las personas mayores en competencias tecnológicas. En él se identifica un nuevo proceso de envejecimiento y mente activa dentro de la Sociedad del Conocimiento, en la red de Internet y la innovación social. El Citilab aparece como un nuevo generador de proyectos en un entorno de innovación abierta e impulsado por la ciudadanía, donde las personas son usuarios, creadores e intercambian conocimiento. En el Citilab, el intercambio de experiencias innovadoras forma parte del plan operativo de la institución, es un eje central de su desarrollo y razón de ser. La innovación que se traslada a los proyectos constituye un eje de intercambio de pensamientos necesario para la evolución de las cosas, según se ha observado en la encuesta. Asimismo, se muestra como un centro de participación colaborativa de acceso libre para la persona, que a su vez genera un cliclo de innovación compartida con el deseo de proyectarse a lo largo de la vida de las personas. El Citilab avanza en el liderazgo de las personas sin evaluar su formación, que se configuran como socios digitales que aprenden a innovar por proyectos constituyendo comunidades de innovación social tecnológica con capacidad para innovar. Se crean nuevas profesiones, que generan valor y conocimiento, cuyo objetivo final es crear nuevos modelos, métodos, productos y servicios junto al conocimiento. Asimismo las personas integrantes del proyecto SéniorLab del Citilab poseen el sentimiento de pertenecer a la construcción de la nueva sociedad digital, de lo que se deduce que, ciertamente, los encuestados sienten que forman parte de la construcción de la nueva sociedad digital dentro de la Sociedad del Conocimiento. Y se sienten partícipes de nuevas orientaciones innovadoras reconociendo que su participación en relación con el hecho de formar parte de esa orientación les hace liderar proyectos de innovación. Se demuestra también que existen sinergias de retroalimentación entre el empoderamiento social y el tecnológico. Se confirma una realidad de las sinergias y de empoderamiento que une ambos aspectos, el social y el tecnológico, como fuerza vital de la persona en la relación con su actividad de sénior digital de envejecimiento activo con mente activa y visibilidad social. Los séniorLabers consideran que participan de un proceso de innovación y de transmisión de conocimiento a la sociedad. La visión de futuro pasa por que las organizaciones profesionalizadas se animen a ser un lab y que se dejen acompañar. El deseo es que el Citilab valide su utilidad y comparta su experiencia con otras personas o grupos que quieran definir su propio lab. Unir cultura e innovación: esta es una revolución que debería producirse en nuestra sociedad. Trabajan para la proyección y la socialización de este proceso. El ecosistema de la cuádruple hélice y su influencia en el Citilab A esta nueva situación de la Sociedad del Conocimiento se suman los efectos de la cuádruple hélice con la aparición de los labs dentro del flujo de conocimiento que se genera de la relación circular entre las empresas con su I+D+i, las administraciones, los gobiernos y sus políticas TIC, los centros de conocimiento, universidades en procesos de investigación, y finalmente la persona como eje central de la innovación social en el desarrollo del talento y las ideas compartidas y traslación del conocimiento. La exportación del conocimiento a sectores del ámbito cultural, económico o productivo a partir de la experiencia en el Citilab se manifiesta como un reto. Dentro de las respuestas analizadas, existe un grupo dispuesto a diseñar una acción ambidiestra para formar parte de organizaciones junto a equipos directivos paralelos como organizaciones externas capaces de aportar experiencia, testing de productos o consultoría. Bajo este prisma innovador nace el Citilab como un eje central de la Sociedad del Conocimiento en el nuevo pensamiento social e innovador que facilita la red de Internet. Del movimiento de la cuádruple helice nacen los laboratorios ciudadanos com un fenómeno innovador y social. Son espacios de innovación local para la creación de un nuevo ecosistema de procesos de participación y emparejamiento transversal de la persona. Convirtiéndose los labs en los nuevos centros de asistencia primaria para la innovación ciudadana. El Citilab se muestra como un centro de regeneración mental, de participación en proyectos e ideas dentro de la era digital y del flujo de conocimiento que genera la cuádruple hélice. Es un espacio de pensamiento y también de silencio, de introspección vital de la persona en la era digital; un espacio intelectual para innovar dentro de la sociedad digital del conocimiento, en el marco de una estructura pensada y diseñada para Internet. Ahora el hombre es homo sapiens, son los derechos de los sapiens en la sociedad de los sapiens, que es la Sociedad del Conocimiento. Ninguna declaración de los derechos humanos contempla el derecho a innovar. El derecho a innovar es un nuevo derecho. Ahora estamos entrando en otro marco civilizatorio, que es la Sociedad del Conocimiento, que tendrá otra generación de derechos. Por ejemplo, ya hablamos del derecho universal de acceso y uso de Internet; en alguna forma, no se puede estar en esta sociedad sin conectarse a esta red. En el 2018 algunos sectores plantean el principio del fin del hombre por razones de la proyección robótica y la implementación de la inteligencia artificial. Todos admitimos que cada vez se pueden hacer máquinas más inteligentes, pero difícilmente admitimos que se pueden hacer personas cada vez más inteligentes. Definiendo el ecosistema, el Citilab da respuesta de innovación colaborativa dentro de la Sociedad del Conocimiento tanto a los más jóvenes como a todas aquellas personas que forman parte del envejecimiento activo. El Citilab es un espacio donde se generan proyectos que dan respuestas a necesidades y desafíos sociales de modo que, a través de la innovación, uniendo personas y grupos, acercan la innovación al conjunto de la sociedad para que esta sea más entendible y más cercana. Promueven proyectos de innovación en dos líneas de desarrollo y dentro del concepto de Sociedad del Conocimiento, en el aspecto social y tecnológico, con emprendedores enmarcados dentro de un ámbito de tendencias, que a su vez genere un nuevo nicho para proyectar y diseñar nuevas profesiones. Proyectan un grupo especial de personas mayores muy cercana al SéniorLab, los llamados nuevos artesanos, que constituyen el primer grupo consolidado y realizan maquetas sobre smart cities con nuevas formas de diseño. En la actualidad están realizando tejidos inteligentes, dentro del Internet de las cosas (IOT), capaces de identificar las variables del clima. La participación de las personas mayores SéniorLabs en la actividad del Citilab El SéniorLab tiene como misión envejecer activamente y proyectarse en la innovación dentro de la Sociedad del Conocimiento. Han decidido que desean envejecer de manera activa socializando el conocimiento y no sentirse excluidos de la Sociedad del Conocimiento, y deciden ser agentes activos de innovación dentro del Citilab. Las personas mayores quieren volver a formarse, aprender e innovar es una sorpresa para la sociedad. Es una revolución de los seniors, que estaban instalados en la sumisión social. Ellos, junto con el Citilab, deciden qué quieren investigar y qué quieren observar e identificar. Se muestran dentro del país y fuera de aquí, son una referencia con diez años de recorrido. Existen otras ideas respecto al funcionamiento los livings labs, pero con la estructura y visión que ha creado el Citilab, en relación con los séniorLabers, solo existe el proyecto SéniorLab, según demuestran los datos. En las conclusiones establecidas junto a ellos se pone de manifiesto que están dando una nueva imagen sobre el significado del envejecimiento activo y la innovación. El Citilab y los seniors son partícipes de esta nueva revolución tecnológica. En este sentido, se muestran como un referente único en cuanto al proceso colaborativo, cocreativo y de participación abierta. Se encuentran en un centro de innovación que además une empresa, universidad y ciudadanía; como idea, es única, es un refrente exclusivo en el mundo con la estructura del Citilab, diseñado para Internet, en la cuádruple hélice. Los datos metodológicos confirman que la tecnología, en esta Sociedad del Conocimiento, les ha proporcionado un ciclo de vida que les faltaba por cumplir; un nuevo espacio vital en su proceso de envejecimiento, que ha activado sus mentes y los ha ubicado en un nuevo proceso de innovación en un inicio desconocido. La Europa digital y su agenda 2020 apuntan a la creación de los labs urbanos europeos, que potencien el talento de las personas mayores; en este contexto los miembros del SéniorLab son una referencia prácticamente exclusiva en Europa. Ello constituye una revolución en la innovación junto a las personas mayores. Demuestran que sí se puede innovar. Si existen espacios para innovar, las personas innovan; eso es una evidencia y un claro objetivo que es absolutamente posible. Proyectos como el SéniorLab son uno de los componentes clave de la Sociedad del Conocimiento. Demográficamente hablando, vamos cada vez más hacia sociedades más seniors en Europa. Estas sociedades seniors no serán únicamente de personas jubiladas, sino también de los sectores empresariales; de hecho, ya estamos hablando de la economía sénior, y se moverán nuevas investigaciones en la academia y se realizarán nuevas políticas públicas tanto en la administración local como en la europea. Este es su propósito principal: envejecer y compartir proyectos de forma activa. Como resultado de lo establecido en el Citilab, se valida la existencia, el posicionamiento de una nueva categoría social, la del SenioLab. Estas personas mayores a partir de los sesenta años parten de la idea de que las personas seniors pueden contribuir a la construcción de la nueva sociedad digital y del conocimiento. Son la primera generación de seniors digitales, personas mayores entre sesenta y setenta y cinco años que lideran proyectos de innovación social en el lab urbano Citilab, en la población de Cornelllà de Llobregat (Barcelona). En el ejercicio de seguir explorando la actividad, la dedicación dentro del lab y la transmisión de ideas, proyectos y conocimiento a la sociedad, una gran parte de los encuestados consideran que la actividad desarrollada en el Citilab, dentro del proyecto SéniorLab, es una labor de innovación, y de transmisión y evolución del conocimiento. Se muestran como un nuevo concepto de envejecimiento activo que da como resultado la aparición de personas mayores centradas en el rol de la innovación social digital y de un empoderamiento personal con retorno social, aportando su experiencia y su memoria como un bien patrimonial. Con un principio determinado, el envejecimiento activo conlleva una mente activa. Estas se empoderan en competencias tecnológicas, liderando el debate ciudadano y evitando una posible exclusión social y la brecha digital. Las nuevas tecnologías recogen en la actualidad una generación joven que se irá haciendo mayor; quizás entonces, en los próximos treinta años, se valorarán más las experiencias actuales en este campo que ahora todavía es minoritario, pero está en crecimiento. Sin embargo, a la persona séniorLab, fuera del flujo de conocimiento de esta cuádruple hélice derivada de la estructura que proporciona el Citilab, carece de reconocimiento social. Dentro de este trabajo cabe destacar la aparición de los facilitadores como nuevos agentes de la innovación, se trata de mediadores o voluntarios avanzados en procesos digitales que actúan como referentes de apoyo humano en la dirección y en la coordinación de los proyectos. Son facilitadores del conocimiento, personas que guían, proyectan, codirigen las ideas de los ciudadanos y gestionan la intermediación entre la innovación de los proyectos, los procesos creativos y los usuarios para una nueva política de la transformación de espacios digitales. Desde la experiencia profesional mantenida y su actual proceso de innovación, los séniorLabers consideran que estan capacitados para formar parte de organizaciones ambidiestras aportando conocimiento o formando parte de equipos o estructuras profesionales para innovar, generando acciones de testing innovador en las empresas de time to market, facilitando visiones innovadoras a partir de la experiencia del Citilab y del proyecto SéniorLab en procesos de I+D+i. En este sentido, consideran su experiencia como un valor a transmitir. Con todo, una nueva propuesta del proyecto SéniorLab aparece en este trabajo de investigación: la aportación de la memoria de las personas como patrimonio y herencia inmaterial del ser humano, basado en la experiencia vivida. La herencia inmaterial, la vida de las personas y sus experiencias vitales, se trasladadan a los nuevos registros con imagen y la voz, lo cual democratiza en forma oral las vivencias que forman parte de la historia de cada persona, de la sociedad, de la comunidad, con nuevas herramientas tecnológicas. Nuevos centros de interpretación se proyectan en este sentido. El nuevo valor de la herencia inmaterial es un ejemplo que aporta experiencia y memoria a las nuevas generaciones, a las futuras sociedades, contruyendo y ensayando experiencias personales en herencia de comunidad, como patrimonio inmaterial, convirtiendo al ciudadano en parte del patrimonio social. De esta forma el patrimonio material se suma al patrimonio de las historias de vida: utilizados ambos por los centros de interpretación de la ciudad.