Linfoma de Hodgkin

  1. Peñarrubia Ponce, María Jesús
Revista:
Anales de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid

ISSN: 0210-6523

Año de publicación: 2013

Número: 50

Páginas: 259-271

Tipo: Artículo

Otras publicaciones en: Anales de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid

Resumen

En la primera mitad del siglo XIX Thomas Hodgkin describe el linfoma de Hodgkin. Sin embargo, más de un siglo después la enfermedad seguía siendo indefectiblemente mortal. En los últimos 50 años hemos asistido a avances espectaculares en la comprensión de la patogenia de la enfermedad y a logros terapéuticos extraordinarios.Actualmente entre un 85 y 95% de los pacientes pueden obtener la curación. En este exitoso camino pueden destacarse cuatro hitos: Primero, el conocimiento de la biología de la célula de Reed-Stenberg. Tras varias teorías sobre la etiopatogenia de la enfermedad, en los años 60 se establece definitivamente el carácter neoplásico de esta célula y en la última decáda del siglo XX se confirma su origen en linfocitos B del centro germinal. Segundo, el desarrollo de métodos adecuados para el estadiaje y el establecimiento de factores pronósticos. A partir de los años 70 el desarrollo de la tomografía axial computarizada permite perfeccionar y simplificar el estadiaje de los enfermos, dejando obsoletas la laparotomía exploradora y la linfografía. En los últimos años la PET está refinando dicho estadiaje. En 1971 se establece asimismo la clasificación por estadios de Ann Arbor que continúa hoy vigente y en 1998 se publica el Índice pronóstico internacional, separándose así claros grupos terapéuticos. Tercero, el perfeccionamiento de las técnicas de radioterapia. La aparición de los dispositivos de megavoltaje y las técnicas de campo extenso diseñadas por Kaplan inician el camino de la curación. Cuarto, el desarrollo de los ensayos clínicos de los grupos cooperativos consigue trasladar los logros de la poliquimioterapia y del tratamiento combinado a los pacientes con linfoma de Hodgkin. En los últimos años se trabaja en mejorar los porcentajes de curación y de control de la enfermedad conjugándolo con una disminución de los efectos secundarios. Nuevos fármacos como Brentuximab Vedotin prometen un final feliz.