La dispersión urbana en el proceso de reconfiguración territorial de las ciudades medias interiores. Los casos de las capitales de provincia de castilla-la mancha durante el periodo 2000-2016
- Francisco Cebrián Abellán Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universidad de Castilla-La Mancha
Fecha de defensa: 2020(e)ko urria-(a)k 23
- Carme Bellet Sanfeliu Presidentea
- Carmen Vázquez Varela Idazkaria
- Gonzalo Andrés López Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
Desde comienzos del siglo XXI se ha asistido a un proceso de cambio intenso que afecta a la definición y concepción de la ciudad. La materialización de estas transformaciones se ha producido en las grandes aglomeraciones, pero también en las ciudades intermedias, que han experimentado una modificación profunda en sus dinámicas y formas de urbanización. Es resultado de las políticas neoliberales, de la progresiva pérdida de competencias de la planificación tradicional y de los cambios legales dirigidos a fomentar la participación privada en el diseño de la ciudad. Lo cierto es que desde finales del siglo XX se ha iniciado una etapa de expansión del suelo urbanizable y urbanizado y del parque inmobiliario, que se ha mantenido hasta 2008. En la tesis doctoral se presta atención a algunas manifestaciones de las dinámicas urbanas y periurbanas de las cinco capitales de provincia de Castilla-La Mancha: Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo. Los elementos de análisis se han focalizado en la población, el suelo urbano y la vivienda, a partir de los que se estudia el comportamiento de las capitales y los municipios de sus respectivas áreas urbanas. Desde el punto de vista temporal, se ha centrado la atención en dos periodos diferenciados: una primera fase de expansión urbanística, centrada entre 2000 y 2008, que coincide con la de máxima producción de suelo y bienes inmuebles, que ha dejado como resultado un crecimiento significativamente mayor en las áreas urbanas que en las ciudades centrales; el segundo periodo comienza en 2008 y se corresponde con los años de la crisis económica, donde lo que ha predominado ha sido la paralización y estancamiento de la actividad urbanística. Pese a ello las dinámicas se han mantenido más activas en las periferias que en las capitales, lo que pone de manifiesto la necesidad de entender la ciudad bajo patrones territoriales diferentes a los tradicionalmente empleados. Como resultado queda una consolidación progresiva del modelo de ciudad dispersa en Toledo y Guadalajara, donde se han generado áreas urbanas muy dinámicas, aunque en algunos sectores están condicionadas por la proximidad e influencia de Madrid, mientras que Albacete, Ciudad Real y Cuenca aparecen impactos más moderados.