La libertad trascendental en la subjetividadestudio acerca del fundamento de la antropología en Antonio Millán-Puelles

Resum

La libertad trascendental en la subjetividad. Estudio ACERCA del fundamento de la antropología en Antonio Millan-Puelles RESUMEN: En la investigación filosófica la libertad ha tenido siempre un destacado lugar. Maestro de filosofía y destacado filósofo español, el Profesor Dr. Antonio Millán-Puelles en toda su obra, ha analizado las dimensiones y el valor de la , libertad humana: trascendental, psicológica, moral, política, de los hijos de Dios. La considera una realidad unitaria y compleja, propia del hombre en tanto que hombre. Es propósito de esta Tesis de Doctorado en Filosofía, mostrar, especialmente, qué es la libertad trascendental y por qué puede ser considerada como un centro, un camino y una clave antropológica. Consta de una introducción y seis núcleos temáticos, cuyos títulos son: La libertad humana en su contexto antropológico, La libertad trascendental, Libertad trascendental y subjetividad, Libertad trascendental y naturaleza humana, La libertad instada, Libertad trascendental, temporalidad y sentido. A partir de los precisos y ricos análisis fenomenológicos y de la visión ontológica del autor en torno a la libertad trascendental, propia de los actos intelectivos y volitivos, se llega al factum de la subjetividad humana en la cual se dan. Esta libertad trascendental, como trascendentalidad constitutiva del espíritu humano, no define el modo de ser del hombre ni se identifica con su esencia metafísica, ni es la raíz de sus demás perfecciones. Su valor está en que manifiesta la inmaterialidad o espiritualidad de las potencias en las que acontece el trascender intencional y, en consecuencia, también la inmaterialidad o espiritualidad del sujeto de dichas potencias. La subjetividad es un factum natural en el que el espíritu y la corporeidad manifiestan, desde sus operaciones propias, el modo de ser. La subjetividad es una sustancia apta para las actividades en las que el hombre "trasciende activamente hacia la infinitud del ser" y es apta también para la conciencia en sus formas peculiares y diversas. Propiamente, en la experiencia de ser fácticamente un sí mismo, la subjetividad se vivencia como siendo a la vez, logos y cuerpo; es sujeto en la relación consigo mismo, en la aprehensión de lo real y en la experiencia de la pura objetualidad. En la subjetividad se da, pues, la conciencia, pero conciencia inadecuada. La intimidad de la subjetividad es a la vez conciencia en acto y heterología subjetiva. Es el poder del logos. A la vez, la subjetividad empírica participa de la índole de las cosas, en cuanto nos es dada y finita, como cosa, es de condición corpórea. "Conciencia y cosa", expresa el profesor Millán-Puelles. Desde y por esta estructura la subjetividad vive también peculiares relaciones entre el yo, los otros, el mundo y Dios. No es autónoma sino que es instada por lo otro y se cumple históricamente, de ahí el valor y el sentido que ha de asumir la concreta existencia en su dimensión personal y socio-política. Esta situación requiere y hace necesaria la educación de la personalidad subjetiva. Desde esta visión se establece un explícito y preciso diálogo con las diversas antropologías, las más antiguas y las más recientes. El problema ontológico del hombre se resuelve en la visión que el mismo Millán-Puelles llama Humanismo teocéntrico: la experiencia de ser instado por Dios, ilumina y motiva a la afirmación del ser que de Él se ha recibido. Camino de sentido y de superación de la angustia en la que el hombre se encuentra. Este orden o ley eterna puede el hombre descubrirlo con la sola luz de su razón natural; lo descubre como verdad- fundamento de la libertad- y como misterio; lo descubre como una exigencia para su libertad y como camino de sentido y de valor -dignidad- de su vida