Experiencia estética y hermenéutica. Un diálogo entre Immanuel Kant y Hans-Robert Jauss
- Capdevila, Pol
- Gerard Vilar Directeur/trice
Université de défendre: Universitat Autònoma de Barcelona
Fecha de defensa: 17 janvier 2007
- José Luis Molinuevo Martínez de Bujo President
- Jordi Ibáñez Fanés Secrétaire
- Montserrat Iglesias Rapporteur
- Jéssica Jaques Pi Rapporteur
- Vicente de Jesús Fernández Mora Rapporteur
Type: Thèses
Résumé
Este trabajo doctoral se propone como objetivo reflexionar sobre este fenómeno, tan exótico, llamado arte: para hacerlo, desarrolla una teoría de la experiencia estética y de la hermenéutica de la literatura y del arte. Esta teoría se basa principalmente en las obras de Hans-Robert Jauss y de Immanuel Kant. En los capítulos I y II, se analizan las teoría de Jauss sobre la recepción de la literatura (1967) y su posterior teoría de la experiencia estética (1972). Lo interesante de la teoría estética de Jauss consiste en explicar verosímilmente el fenómeno del arte en tanto que negación de la realidad y distanciamiento de la misma (ficción), y en tanto que comunicación de un tipo de contenidos morales y cognoscitivos. Sin embargo, un análisis riguroso muestra que su teoría no consigue diferenciar coherentemente la experiencia cognitiva (cotidiana, moral, científica) y la experiencia estética. Para resolver este problema, la tesis continúa con la propuesta de la teoría hermenéutica de Gadamer como un marco filosófico de referencia para definir lo que es la experiencia cognitiva general y moral del mundo (capítulo III). La hermenéutica muestra que la experiencia humana fundamental es una experiencia significativa; sin embargo, no puede argumentar satisfactoriamente que la experiencia estética sea equivalente. Llegados a este punto se impone una recapitulación que muestre los problemas planteados y los retos que debe abordar una nueva teoría de la experiencia estética (capítulo IV). Para afrontarla, se ensaya una relectura de la obra de Kant "Crítica de la facultad de juzgar" (1790), un texto de gran fecundidad filosófica para nuestra época. Esta relectura de Kant (capítulos IV-VI) puede explicar y describir los elementos tanto posivitivos como negativos de la experiencia estética. El momento negativo se refiere al distanciamiento de la realidad cotidiana (ficción), pero también a la posibilidad de juzgar la cualidad estética desde un principio teórico, lo cual debe conducir a despertar la conciencia crítica y autónoma. El momento positivo se refiere a la aprehensión y comunicación de un sentido nuevo, no del objeto, sino de carácter general, del mundo. Sin embargo, la conclusión más destacada frente a otros análisis de la estética kantiana consiste en que el fundamento del juicio estético reside precisamente en su aspecto intersubjetivo. Éste interviene destacadamente en la creación de espacios de comunicación y participa directamente, por tanto, en las relaciones entre personas y en sus valores morales. La potencialidad de la experiencia estética puede también señalar los límites de lo humano y, al mantener su autonomía respecto a los valores morales, puede ser incluso fuente de experiencias negativas y destructoras, sublimes y siniestras. En los últimos capítulos de la tesis, se vuelve a recuperar la obra de Jauss. En el capítulo VII, para ilustrar la teoría estética extraída del texto kantiano mediante una historia de la experiencia estética. A lo largo de ésta se observa la evolución y los cambios producidos en la percepción estética y en sus valores, pero sobre todo destaca una dialéctica inherente a la experiencia estética: dialéctica continua entre negación (crítica) de lo anterior y positividad (comunicación), y de nuevo posterior negación de lo anterior. Finalmente (capítulo VIII) se expone una reformulación de la teoría de la literatura y del arte de Jauss (inédita en el ámbito hispano) en coherencia con los principios de la estética defendidos en los capítulos anteriores. Este modelo heurístico para arte incluye como momento específico la negatividad estética y la apertura de la comprensión; apertura cognitiva que, paradigmáticamente, cabe expresar mejor en modo de pregunta que en el asertivo o descriptivo. _______________________________________________________________ The goal of this PhD dissertation is to reflect on the bizarre phenomenon we call Art by putting forward a theory of the aesthetic experience and of the hermeneutics of literature and art. This theory will be based upon the works of Hans-Robert Jauss and Immanuel Kant. Chapters I and II analyse Jauss Theory of Reception (1967) and its subsequent Theory of the Aesthetic Experience (1972). The interest of Jauss aesthetic theory lies in its ability to credibly explain the phenomenon of art not only as a negation of reality (fiction) and estrangement of the self, but also as a communication of a certain kind of cognitive and moral meanings. However, a meticulous analysis also reveals that this theory is unable to make a coherent difference between the cognitive experience (normal, moral, and scientific) and the aesthetic experience. To solve this problem, this dissertation makes use of Gadamers hermeneutic theory as a philosophical reference to define what the general cognitive experience is (chapter III). The hermeneutic theory defines the human experience as a fundamentally meaningful one; but it cannot adequately compare it to the aesthetic experience. A glance back to the problems and challenges analysed so far shows that a new theory of the aesthetic experience must be put forward (chapter IV). To fulfil this goal, this dissertation will reread Kants Critique of the faculty to judge (1790), a philosophically fertile text to our time. This rereading of Kants Aesthetics (chapters IV-VI) can explain and describe the positive and negative elements of the aesthetic experience. First, there is a negation on different levels: of the objective meaning of the thing perceived, of normal reality (to build fiction), and also of the possibility to judge the aesthetic quality from any kind of principle. All this should generate an awakening of the critical and autonomous conscience. The positive moment can be better understood. It refers to the apprehension and communication of a new meaning, not of the object, but of a more general meaning, a meaning of the world. However, the most important conclusion, if compared with other approaches to Kantian Aesthetics, is that the basis of the aesthetic judgement lies in its intersubjective aspect. This capacity to aesthetically judge plays an active role in human communication and, in that way, also participates directly in the relationships between people and in their moral values. The potentiality of the aesthetic experience can nevertheless mark the limits of what is human and, maintaining its moral autonomy, can even be the source for negative and destructive, sublime and sinister experiences. In the last two chapters this dissertation goes on to recover Jauss work. In chapter VII it does so to illustrate the aesthetic theory taken from the Kantian text by means of a history of the aesthetic experience. We might observe the evolution and changes in the aesthetic perception, but also some dialectics which are inherent to the aesthetic experience: an unavoidable process between the negation (critique) of the preceding context and the affirmation (communication) of a new sense, and then again a negation of the later to produce a new one. Finally, (chapter VIII) this dissertation attempts to reformulate Jauss literature and art Hermeneutics springing from his latest work (unpublished in Spanish). This reformulation is meant to be in coherence with the principles of the aesthetic theory held in the previous chapters. This exegetic model includes as a specific moment the aesthetic negativity and the openness of comprehension. A cognitive openness which cannot be expressed through assertive or descriptive models of discourse, but paradigmatically, through an interrogative one.