Eficacia del programa transdiagnóstico Aprende a Manejar tus Emociones (AMTE) aplicado a través de internet para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos emocionales en adolescentes

  1. ESPINOSA LORENZO, VICTORIA
Dirigida per:
  1. Paloma Chorot Director/a
  2. Rosa María Valiente García Director/a
  3. Bonifacio Sandín Director/a

Universitat de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia

Fecha de defensa: 24 de d’octubre de 2022

Tribunal:
  1. Francisco Ramos Campos President
  2. Miguel Angel Santed Germán Secretari/ària
  3. Cristina Jenaro Río Vocal

Tipus: Tesi

Resum

La ansiedad y la depresión son problemas comunes en niños y adolescentes. Ambos trastornos implican un sufrimiento y deterioro significativo en la vida de la persona que los padece, así como altos costes económicos para las familias y la sociedad. Así mismo, diversos estudios recientes han puesto de manifiesto el elevado impacto psicológico de la COVID-19 en niños, adolescentes y adultos jóvenes, y señalan un aumento de los trastornos mentales en estas poblaciones, especialmente de los trastornos emocionales. Además de ser altamente prevalentes, los trastornos de ansiedad y depresión con frecuencia se presentan en los jóvenes al mismo tiempo o de forma consecutiva, con porcentajes de comorbilidad que pueden alcanzar el 75%. Esta alta comorbilidad se ha traducido en un aumento de la gravedad de los síntomas y en una peor respuesta al tratamiento. Sin embargo, en la actualidad, muchos niños y jóvenes que sufren trastornos emocionales no tienen acceso a los servicios de salud mental. La terapia cognitivo-conductual transdiagnóstica (TCC-T), un enfoque que aborda los factores de riesgo y de mantenimiento centrales asociados tanto con la ansiedad como con la depresión, podría reducir la prevalencia y la carga social asociadas con el tratamiento de estos trastornos. Así mismo, el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) podrían mejorar el acceso a la terapia empíricamente validada de los niños y los jóvenes, eliminando las barreras propias de la terapia presencial. El objetivo principal de la presente tesis doctoral fue examinar la eficacia del programa Aprende a Manejar tus Emociones (AMTE), un programa transdiagnóstico para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos emocionales en adolescentes, el cual se lleva a cabo de forma autoaplicada a través de internet (online). Como objetivos adicionales se pretendía investigar la validez incremental de los miedos al coronavirus y el papel de ciertos factores transdiagnósticos sobre la gravedad de los síntomas de ansiedad y depresión en población adolescente (Estudio 1) y proporcionar evidencia sobre la eficacia del protocolo UP-A aplicado de forma telemática (Estudios 2 y 3). El Estudio 1 se basó en una muestra de 144 adolescentes (de entre 12 y 18 años, 55 chicos (38.2%) y 89 chicas (61.8%)) que, en su mayoría, presentaban niveles elevados de ansiedad y depresión. Todos ellos cumplimentaron una batería de cuestionarios de autoinforme vía online que evaluaban los miedos al coronavirus, ciertos factores de protección y de vulnerabilidad transdiagnósticos y estrategias de regulación emocional. Los resultados basados en una serie de análisis de regresión múltiple jerárquica evidenciaron la contribución única de los miedos al coronavirus, el afecto negativo, la intolerancia a la incertidumbre, la aceptación/tolerancia, la rumiación y la supresión sobre la gravedad de los síntomas de ansiedad y depresión en adolescentes españoles. El análisis de trayectorias demostró que la aceptación/tolerancia, la rumiación y la supresión mediaron de manera significativa en el efecto de la afectividad (afecto negativo y positivo) y la intolerancia a la incertidumbre sobre la gravedad de los síntomas de depresión. Los hallazgos proporcionan apoyo empírico al modelo transdiagnóstico jerárquico de los trastornos emocionales y sugieren que los clínicos deben ser conscientes de la influencia nociva de los miedos al coronavirus sobre la gravedad de la sintomatología emocional. Así mismo, la importancia otorgada a los factores transdiagnósticos (incluyendo las estrategias de regulación emocional) sobre la gravedad de los síntomas de ansiedad y depresión, justifica la necesidad de incluirlos como objetivos de intervención en los nuevos protocolos para el tratamiento de los trastornos emocionales. El objetivo del Estudio 2 fue proporcionar evidencia preliminar, de tipo cualitativo y cuantitativo, sobre la eficacia de la versión en español del UP-A aplicado de forma telemática (UP-A). Tres adolescentes diagnosticados de trastornos emocionales recibieron el UP-A a través de sesiones semanales individuales por videollamada. Se examinaron los cambios en diversas variables cuantitativas y cualitativas actuando como informantes los adolescentes, los padres y los propios terapeutas. Los resultados basados en los momentos pre-/post-tratamiento y seguimiento (a los 3 y 6 meses) muestran una importante reducción de la sintomatología ansioso-depresiva en los tres adolescentes de acuerdo con las diferentes fuentes de información. El Estudio 3 consistió en examinar la eficacia del programa Aprende a Manejar tus Emociones (AMTE), un protocolo de TCC-T para el tratamiento de los trastornos emocionales en adolescente españoles, mediante un ensayo controlado aleatorizado, utilizando como grupo de control un grupo de intervención basado en el UP-A aplicado de forma telemática. Participaron un total de 58 adolescentes (81% mujeres, rango de edad = 12 a 18 años, M = 14.93, DT = 1.86) que cumplían los criterios del DSM-IV-TR para el diagnóstico de uno o más trastornos emocionales. Los participantes fueron asignados aleatoriamente al grupo experimental (i.e. AMTE) y al grupo control (i.e. UP-A). Todos los participantes fueron evaluados a través de diversos cuestionarios de autoinforme en distintos momentos temporales (incluyendo el seguimiento a los 3 meses), y mediante entrevistas antes y después del tratamiento. Los resultados basados en los diferentes momentos de la evaluación mostraron que los dos protocolos de tratamiento transdiagnóstico utilizados (i.e., AMTE y UP-A) se asociaron a cambios favorables y significativos en todas las variables examinadas (variables primarias de ansiedad y depresión, variables transdiagnósticas, variables secundarias, y gravedad de los problemas principales). Así mismo, los análisis de covarianza revelaron que los beneficios obtenidos tras la intervención eran similares entre ambos grupos (AMTE y UP-A), y que los cambios hallados en el post-tratamiento se mantenían, en general, en el seguimiento. No obstante, se observó una superioridad de AMTE frente al UP-A para potenciar durante el seguimiento los beneficios obtenidos sobre los niveles de depresión clínica, del factor transdiagnóstico afecto negativo y de la satisfacción con la vida. También se constató un cambio clínico significativo y similar en ambas formas de intervención, según las medidas de estimación clínicas. Finalmente, se obtuvo una evaluación favorable de la factibilidad (adherencia, experiencia con la plataforma, y alianza terapéutica) y la aceptabilidad (satisfacción con la plataforma), tanto por los adolescentes como por los padres que participaron en el tratamiento con AMTE, así como también por los participantes que participaron en el UP-A (adherencia, alianza terapéutica, y aceptabilidad). Según la valoración realizada por los adolescentes y los padres, los adolescentes de ambos grupos de intervención utilizaban estrategias más adaptativas de regulación emocional tras el tratamiento. Se discuten las implicaciones de implementar protocolos de tratamiento transdiagnósticos a través de internet para mejorar el acceso a la terapia basada en la evidencia de los trastornos emocionales en la adolescencia, así como de la evidencia obtenida sobre la contribución única de los miedos al coronavirus y los factores transdiagnósticos en la gravedad de los síntomas de ansiedad y depresión para mejorar la atención psicológica a los niños y adolescentes afectados por la especial situación psicosocial relacionada con la COVID-19.