Donald Judd y la construcción del espacio específico. Entre el arte y la arquitectura

Resumen

Con la publicación en 1965 del célebre ensayo Specific Objects, Donald Judd sienta las bases de una nueva expresión escultórica en la esfera del Minimal Art, que toma el espacio como tema fundamental de su exploración artística. Sin embargo, y en paralelo a esta producción en el arte, que se concreta en el desarrollo de sus objetos específicos, el autor estadounidense habría mostrado un temprano interés en el ámbito arquitectónico, que le llevaría a participar en un gran número de intervenciones y proyectos de arquitectura. Así pues, la investigación parte de la hipótesis de que el planteamiento que Judd define con su trabajo sobre el concepto de espacio, es el producto de lo explorado no sólo en el ámbito del arte, sino también en el de la arquitectura. Es por ello que se fija como objetivo principal investigar la conceptualización espacial que despliega a lo largo de su trayectoria, como desarrollo de una idea común gestada en su actividad simultánea en el arte y la arquitectura. Se trata de identificar aquellas relaciones espaciales desde el análisis de sus creaciones en ambas áreas, para establecer distintas categorías comunes, a las que responde su trabajo interdisciplinar con las posibilidades del espacio. Con la visión general que se presenta en el estado de la cuestión se descubre que, pese a ser muchos los estudios en torno a Donald Judd, ninguno aborda su labor creativa con el espacio, como una exploración conjunta en todas las disciplinas en las que trabaja. El estudio se presenta por tanto en los ricos límites del arte y la arquitectura, analizando las aportaciones espaciales que Judd desarrolla en cada caso, y su trasvase posterior a la otra área de creación. No obstante, de esa relación interdisciplinar interesa especialmente lo que el arte es capaz de aportar a la arquitectura, por ser éste el ámbito principal de la investigación, analizando los términos en los que una disciplina eminentemente normativa como la arquitectónica, encuentra en lo artístico nuevas vías de experimentación con el espacio. A partir de ese enfoque arquitectónico, la metodología de estudio se basa en un análisis teórico de las ideas espaciales enunciadas por el propio autor, y en un análisis gráfico de aquellas creaciones sobre las que aplica su conceptualización. Destaca a este respecto el examen gráfico como instrumento revelador en la investigación, desde el levantamiento diédrico y tridimensional propio de la arquitectura, que arroja luz sobre determinadas cuestiones espaciales que la historia del arte no ha sido capaz de concretar. Y más allá de la cuestión metodológica, el estudio se posibilita desde la consulta documental de una gran parte del material inédito que la Judd Foundation custodia en su archivo localizado en Marfa, Texas, a la que sigue la investigación y análisis, de donde se obtienen los resultados. En ese punto se identifican ciertas categorías espaciales, que vertebran la investigación, y que van trazando ese trascurso que, en lo artístico y lo arquitectónico, Judd desarrolla desde el trabajo con el espacio. Se descubre un primer espacio pictórico, explorado en una primera etapa artística, que evoluciona como rechazo de la espacialidad bidimensional, hasta la definición de sus objetos específicos presentados en el espacio real. Desde ese momento la exploración espacial sería una labor simultánea con propuestas afines en los referidos ámbitos, ejemplificando distintas posibilidades de activación espacial, y situaciones de especificidad que determina un contexto dado. Con posterioridad, y en etapas más avanzadas de su trayectoria, el autor evoluciona su propuesta en una revisión de su trabajo previo, hasta desembocar en un espacio de condición elemental. En definitiva, con esas categorías se confirmaría que el desarrollo creativo que Donald Judd despliega desde sus inicios hasta su fallecimiento en 1994, constituye un trasvase de ideas en torno al espacio específico entre el arte y la arquitectura.