Colesteatoma del conducto auditivo externo en la infancia

  1. Peña-Navarro, Paula 1
  2. Pacheco-López, Sofía 1
  3. Almeida-Ayerve, Cristina Nicole 1
  4. Marcos-Alonso, Susana 1
  5. Benito-González, Fernando 1
  6. Calvo-Boizas, Enrique 1
  1. 1 Hospital Universitario de Salamanca
    info

    Hospital Universitario de Salamanca

    Salamanca, España

    ROR https://ror.org/0131vfw26

Revista:
Revista ORL

ISSN: 2444-7986 2444-7986

Año de publicación: 2022

Título del ejemplar: XXVIII Congreso de la Sociedad Otorrinolaringológica de Castilla y León, Cantabria y La Rioja Valladolid 2, 3 y 4 de junio de 2022

Volumen: 13

Número: 2

Páginas: 133-134

Tipo: Artículo

DOI: 10.14201/ORL.28987 DIALNET GOOGLE SCHOLAR lock_openDialnet editor

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Resumen

Introducción y objetivo: La atresia aural congénita ocurre en 1 de cada 10.000 – 20.000 nacimientos, se asocia generalmente a microtia y es resultado de una detención en el desarrollo embrionario del primer arco branquial. Una posible complicación de esta entidad es el colesteatoma adquirido del conducto auditivo externo (CAE) como consecuencia del atrapamiento de epitelio queratinizado. Se expone el siguiente caso con el objetivo de visibilizar una entidad poco frecuente, incidir en su diagnóstico precoz y exponer el tratamiento quirúrgico para prevenir posibles complicaciones derivadas de esta condición y evitar su recidiva. Caso clínico: Se presenta el caso de un varón de 8 años con microtia congénita. La otoscopia muestra un CAE estrecho y filiforme que no permite visualizar su fondo, y la audiometría tonal liminal objetiva una hipoacusia de transmisión moderada ipsilateral. Se realiza un TAC de peñascos que revela estenosis del tercio externo del CAE óseo y tejido de densidad de partes blandas que ocupa de forma total el CAE y se introduce en el oído medio englobando parcialmente la cadena osicular, que está preservada. Se procede a la intervención quirúrgica mediante un abordaje retroauricular hasta alcanzar el conducto óseo estenótico, fresándolo circunferencialmente respetando la piel (canaloplastia), encontrando un colesteatoma de conducto, que se retira. Se objetiva la membrana timpánica íntegra, con normalidad de la caja timpánica, y se realiza una amplia meatoplastia. Discusión: La incidencia del colesteatoma adquirido del CAE es baja, desarrollándolo aproximadamente 1 de cada 5 pacientes con atresia aural congénita. Por este motivo, resulta de gran importancia la sospecha clínica mediante la anamnesis, teniendo en consideración las malformaciones otológicas, y la exploración física mediante la otoscopia. Esta sospecha guiará la realización de un TC de peñascos como prueba de imagen diagnóstica de elección. El tratamiento de elección es el quirúrgico, con la exéresis del colesteatoma de conducto para disminuir y tratar de erradicar su elevada probabilidad de recurrencia, asociada a una canaloplastia para ensanchar el CAE más de 10 mm y una meatoplastia con el fin de evitar la reestenosis. Asimismo, es pertinente realizar una timpanotomía exploradora en los casos en los que se sospeche una afectación del oído medio. Conclusiones: La atresia aural congénita puede generar como complicación un colesteatoma de CAE. Su diagnóstico se basa en la sospecha clínica, la otoscopia y el TC de peñascos. Su tratamiento es quirúrgico mediante la exéresis del colesteatoma, la canaloplastia y meatoplastia y, en su caso, la timpanotomía exploradora.