Modificación de los efectos adversos de la obesidad y el sobrepeso mediante intervenciones con un patrón de dieta mediterráneaestudios SUN y PREDIMED

Zusammenfassung

La obesidad y la diabetes representan dos de las grandes pandemias del siglo XXI. Además, han presentado un incremento vertiginoso en su prevalencia en los últimos años, siendo consideradas grandes amenazas para la salud pública por los altos costes sanitarios que acarrean ya que producen gran mortalidad y carga de enfermedad, en gran parte a través de la enfermedad cardiovascular. Se ha visto por otro lado, que un patrón de dieta mediterránea es capaz de reducir hasta en un 30% los eventos cardiovasculares, así como la incidencia de la diabetes. Sin embargo, no hay estudios que evalúen el posible papel de la dieta mediterránea como atenuador de los efectos adversos de la obesidad y el sobrepeso sobre la mortalidad, la enfermedad cardiovascular y la diabetes tipo 2. Por todo ello, en nuestro trabajo pretendimos valorar la relación entre la obesidad, medida mediante distintos índices antropométricos, y la mortalidad por todas las causas en una cohorte de pacientes de edad avanzada con alto riesgo cardiovascular (Estudio PREDIMED). Valoramos también en esa cohorte, la posible interacción entre una intervención con dieta mediterránea y la obesidad sobre la enfermedad cardiovascular. Por otra parte, usando una cohorte independiente, como es la cohorte SUN, formada por jóvenes graduados universitarios, valoramos la posible interacción entre una alta adecuación a la dieta mediterránea y la obesidad sobre la enfermedad cardiovascular. Valoramos también en esa misma cohorte, la posible interacción entre un alto seguimiento de la dieta mediterránea y la obesidad tomando como desenlace un equivalente de riesgo cardiovascular como es la diabetes tipo 2. Encontramos como resultado que los índices antropométricos que mejor reflejan la mortalidad asociada a la obesidad, son los índices que miden de manera más precisa la obesidad abdominal, como son el índice cintura-altura o la circunferencia de cintura. Sin embargo, no hallamos una interacción estadísticamente significativa entre una intervención con dieta mediterránea y la obesidad sobre la mortalidad por todas las causas. Por otro lado, demostramos que una intervención con dieta mediterránea era capaz de contrarrestar los efectos adversos de la obesidad sobre la enfermedad cardiovascular en una cohorte de participantes de edad avanzada y con alto riesgo cardiovascular. De manera coherente, encontramos como un alto seguimiento de la dieta mediterránea era capaz de atenuar la asociación entre la obesidad y la enfermedad cardiovascular en una cohorte de sujetos jóvenes sanos y con alto nivel educativo, aunque el término multiplicativo de interacción para valorar la modificación del efecto no fue estadísticamente significativo. Por último, observamos que un mejor cumplimiento del patrón tradicional de dieta mediterránea se asociaba a una atenuación del efecto adverso de la obesidad sobre el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en la misma cohorte de jóvenes graduados (esta interacción fue estadísticamente significativa).